PARALELO 30

“Socialismo”

Samuel Pérez Attias

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¿Cómo se sentiría usted que parte del dinero que gana al mes sea distribuido al resto de la comunidad por un servicio que usted raramente utilizará, pero que otras personas que necesitan aprovecharán? ¿Le gustaría vivir en un lugar donde al mes, una parte de sus ingresos son redistribuidos para dar servicios a quienes no pueden acceder a ellos? ¿Por otro lado, si usted no puede pagar por algo, le gustaría tener acceso precisamente porque alguien más pagó por usted? Ese es el concepto de la provisión de servicios universales gratuitos y uno de los pilares de ese monstruo llamado “socialismo”.

Bueno, ese sistema existe y si usted es propietario o trabaja en alguna empresa legal, usted es parte de él. Probablemente usted apoye y aplauda este sistema. Seguramente hasta le gusta. Revise sus paradigmas: al rato usted está a favor del “socialismo”! Un par de ejemplos de este modelo son el Intecap o el Irtra. Sus servicios de capacitación y recreación ejemplifican la universalización de servicios financieramente bien manejados y responsablemente administrados: capacitación y diversión universal provista por instituciones externas al mercado, al cual el patrono y empleado obligatoriamente pagan bajo la coerción legal. Aunque su universalidad es cuestionable, pues solo los empleados de empresas privadas pueden acceder a dichos servicios, el fundamento prevalece. Equidad, eficiencia, solidaridad, acceso. Los parques del Irtra son ejemplos de un servicio de carácter “social” administrado eficientemente. Siendo semiautónomo, en esencia es un modelo del que se puede aprender para desmitificar los argumentos contra el “socialismo”.

Del lado del trabajador formal el salario descuenta su cuota de IGSS e Irtra, por lo que ese dinero no es parte de sus ingresos netos, pero cuenta con ese beneficio. Entra gratis al parque, accede a los hostales a precios especiales y usa un centro recreativo de calidad mundial por debajo de la “competencia”. Si usted gana marginalmente más, pagará un poco más de Irtra, y sin quitarle el sueño gozará de esos servicios de la misma forma que quien gana menos. Usted se beneficia por la solidaridad de otros y otros se ven beneficiados por usted. Qué tal pensar en un esquema impositivo progresivo, en el que quienes tienen dos helicópteros, cuatro casas de verano, cinco carros de lujo y salen de vacaciones a Disney dos veces al año paguen un poco más de sus ingresos para dotar de salud y educación a quienes duermen en casas de lámina? ¿Es eso indeseable o inmoral? ¿Qué hace falta para que el sistema de salud o educación sea efectivo? Ni se trata de limosnas, ni de hacer pobres a todos. Se trata de facilitar el acceso a un mínimo de activos a quienes por situaciones involuntarias nacieron sin los privilegios que otros tienen para acceder a ellos. Se trata como consecuencia de que haya más paz social para todos (as), más cohesión, más convivencia armónica y menos consecuencias negativas que la pobreza y la ignorancia provocan. Un empresario busca invertir para recibir retornos a su inversión. Un ciudadano consciente buscará invertir en capital humano y social que al final trae retornos positivos a la calidad de vida de todos, probablemente imposibles de comprar con una tarjeta de crédito.

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