CATALEJO

Un posible vistazo hacia el futuro

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VER EL FUTURO NO ES POSIBLE. Pero sí se le puede imaginar, si se hace el esfuerzo de hacer algunas consideraciones y meditaciones acerca de las consecuencias posibles, derivadas de la lógica. Esta lógica de los acontecimientos no es continua ni se mantiene sin cambios, porque se desarrolla a veces de manera evolutiva y en otras, en forma revolucionaria. Los hechos ocurridos o dejados de ocurrir en un determinado momento, a veces años, días e incluso horas, pueden cambiar de manera dramática a la Historia. Esta, para ser catalogada como tal, necesita de un determinado paso del tiempo, cuya característica principal en este momento histórico es ser cada vez más reducida, como consecuencia directa del avance tecnológico.

DE UN DÍA PARA OTRO, los guatemaltecos decidieron ya no soportar más a la corrupción. Durante décadas su rechazo a esta mala práctica se había reducido a charlas de reuniones como almuerzos, cenas, velorios. Una vez lograda esa actitud catártica, todo mundo regresaba a sus actividades cotidianas y, como consecuencia de la certeza de la impunidad, trataba de involucrarse de manera directa o indirecta. Eran una realidad los numerosos ejemplos de fortunas súbitas y producto de la corrupción, y por ello se aplicaba la cínica creencia de “la vergüenza pasa, pero el dinero queda en casa”. Ese rechazo generalizado fue el verdadero efecto de la “pócima mágica” vicepresidencial, porque rebalsó la capacidad popular de aceptar burlas.

NO VOY A VERLO, PERO ME agradaría conocer cómo registrará la historia nacional este movimiento cívico anticorrupción iniciado y afianzado con la multitudinaria presencia ciudadana frente al Palacio Nacional. El proceso histórico, si bien es perenne, en ocasiones resalta y recibe el mensaje ciudadano. La rebelión contra toda clase de personas y de actos corruptos, no solamente es clara, sino imposible de borrar. Los asistentes, con sus pasos seguros, iniciaron una lucha continuada por quienes combaten con los inmediatos e incontrolables mensajes enviados por medio de las redes sociales, convertidas esta vez en una fuente confiable, lo cual no siempre ocurre. La lanza fue clavada en la puerta del ya no inexpugnable castillo de la corrupción.

CADA DÍA OCURREN NUEVOS cambios, nuevos descubrimientos de todo tipo. El momento es convulso: a cinco días de la fecha límite para la inscripción de candidatos y partidos para las elecciones, no se tiene la menor idea, en realidad, de cuántos participarán. El humor negro chapín ya habla de la posibilidad de declararlas “desiertas” por falta de participantes, como ocurre con ciertos concursos literarios de provincia. Entre las preguntas de muchos ciudadanos sobresalen las referentes a cuáles son las razones por las cuales algunos ciudadanos tienen el sueño de opio de poder ganar una elección, especialmente en el caso de la presidencia de la República. Está acompañada por la interrogación del origen de los fondos para las campañas.

SEGÚN CRITERIOS TÉCNICOS históricos, un hecho adquiere ese calificativo cuando han pasado cincuenta años. Es un ritmo demasiado lento, como lo comprueba la cantidad de hechos profundamente distintos ocurridos en Guatemala durante ese medio siglo, es decir de 1965 hacia atrás, cuando gobernaba el país el coronel Enrique Peralta Azurdia, luego del golpe de Estado de 1963. Posiblemente los hechos históricos son todos aquellos ocurridos antes de diez años. Pero esa calificación no es la importante, en realidad. Para evitar la repetición de los errores, incluyendo aquellos cometidos en estos momentos, es preferible estudiar los hechos cuando todavía no están fríos, por decirlo así. La historia, el hoy, el año pasado, deben analizarse lo antes posible.

ESCRITO POR:

Mario Antonio Sandoval

Periodista desde 1966. Presidente de Guatevisión. Catedrático de Ética y de Redacción Periodística en las universidades Landívar, San Carlos de Guatemala y Francisco Marroquín. Exdirector de la Academia Guatemalteca de la Lengua.