HAGAMOS LA DIFERENCIA

Vital líquido

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Guatemala es un país privilegiado a nivel mundial por muchos de sus recursos naturales, el agua es uno de ellos. El país está bañado por ríos en la mayor parte de su superficie. Las fuentes superficiales de agua están distribuidas en tres regiones hidrográficas que drenan al Pacífico, al Atlántico y al Golfo de México. Hay 38 cuencas y 194 cuerpos de aguas continentales.

Las aguas subterráneas, con disponibilidad considerable, se encuentran en cuatro regiones hidrogeológicas: a) las llanuras aluviales de la Costa Sur, b) el altiplano volcánico de rocas terciarias y cuaternarias, c) la cadena montañosa de tierras altas de rocas ígneas y metamórficas, d) la región sedimentaria del norte de rocas calizas. Pero la abundancia suele provocar el desperdicio y el descuido, y es lo que está sucediendo. Como país no hemos cuidado el uso adecuado de este recurso y así asegurar su renovación.

Aunque es indignante lo ocurrido en el río La Pasión —tipificado por muchos como un ecocidio, y donde aún no se conocen las causas reales de la contaminación, evidente en 185 kilómetros de su cauce, con más de 12 mil personas afectadas—, sucede en muchos ríos del país. En el río Motagua, eventos como estos han ocurrido muchas veces, a tal punto que las últimas han sido menos evidentes porque la biodiversidad prácticamente ha sido acabada. Buena parte de los desagües de la capital van a parar a este río por medio de su afluente, el río Las Vacas. En muchos de los ríos del país se depositan aguas servidas contaminadas sin ningún tratamiento previo. Varios ríos han sido desviados de su cauce y se han utilizado completos para riegos, especialmente en la Costa Sur.

El Estado debe realizar una política hídrica integral, en donde las instituciones relacionadas con el tema ambiental tomen protagonismo, entre ellas el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (MARN), el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga); el Ministerio de Educación (Mineduc), el Instituto Nacional de Bosques (Inab), porque casi todas las aguas están contaminadas, mal utilizadas y desperdiciadas. El Congreso debe ya poner atención a que estos son temas esenciales para el país, debe discutir y aprobar la Ley de Aguas, la cual ha estado engavetada durante mucho tiempo. Estas instituciones deben ser apoyadas con mejores presupuestos, pues es desolador escuchar las palabras del ministro de Ambiente, cuando dice que no cuentan con los recursos suficientes para actuar, algo parecido sucede en el Conap, Maga y el Inab.

Países mejor organizados que los nuestros están alarmados por lo que está sucediendo con el calentamiento global y la escasez del agua. Por ejemplo en Estados Unidos se ha filtrado información de que el país está muy preocupado con el tema. En California, estado muy rico, se ha publicado que las reservas de agua se están agotando, y que solo tienen reservas para cuatro años, incluso están priorizando el agua para uso humano en menoscabo de sus áreas de riego. Seguramente están buscando soluciones inmediatas a esta situación, ¿y nosotros, qué?…

samreygo@yahoo.com

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.