Los detenidos, para quienes había orden de captura, fueron trasladados a la cárcel preventiva para hombres, de la cabecera, mientras se resuelve su situación penal.
La denuncia
La investigación que hizo el MP sobre el caso arrojó que el 12 de febrero último el Comité de Víctimas Sobrevivientes de Violencia Sexual del Hospital Regional Santa Elena, Santa Cruz del Quiché, les remitió el expediente de un joven de 17 años, originario de Lancetillo, La Parroquia, Uspantán, quien había sido abusado.
“La denuncia fue interpuesta por un hermano de la víctima, contra los sacerdotes Felipe Nery Quintanilla y Teodoro Chitic Morales”, informó Casimiro Hernández Méndez, fiscal distrital del MP.
El denunciante indica que su hermano partió de Lancetillo el 31 de enero último, rumbo a Santa Cruz del Quiché, para buscar trabajo, y al día siguiente fue admitido por Quintanilla como empleado doméstico, en la casa parroquial de la mencionada iglesia.
“El denunciante narró que el domingo 3 de febrero recién pasado, los sacerdotes ingresaron en la habitación donde descansaba su hermano, y Quintanilla abusó de él. Contamos con el informe médico del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, que determinó que hubo violación”, afirmó Hernández.
Según Hernández, la tipificación preliminar del delito en el que pudieron haber incurrido los sacerdotes es violación con agravación de la pena, porque este se aplica indistintamente de si la víctima es hombre o mujer.
Investigación en ley
Rosolino Bianchetti, obispo de la Diócesis de Quiché, lamentó la situación. “No nos corresponde interferir con la justicia guatemalteca; solo pido que el hecho se aclare conforme a investigaciones que sean fundadas y en ley. Estamos anuentes a colaborar con las autoridades, a fin de esclarecer este lamentable suceso”, expresó.
El obispo informó que la Iglesia ya abrió una investigación apegada al Derecho Canónico, y que cuando lo consideren prudente se harán públicos los resultados.
Varios feligreses mostraron indignación por la captura de los sacerdotes, pues aseguraron que son personas de bien y que no están involucrados en un delito como el que se les señala.