“Ha sido un gran honor para mí servir estos casi cuatro años de gestión al frente de esta institución tan prestigiosa.  Agradezco la confianza que el país depositó en mí durante mi gestión, y el apoyo, confianza y credibilidad que durante este tiempo he sentido en mi labor, lo cual ha hecho que todos los esfuerzos que he realizado por cumplir con las responsabilidades inherentes a mi cargo así con la consecución de las metas y objetivos trazados en la Política Energética, fueran exitosos”, mencionó en su comunicación.

Agregó que se lograron avances durante su gestión pero también menciona que aún hay más cosas por hacer.

Urízar fue ministra de Energía y Minas hace nueve años durante el gobierno de Óscar Berger.

Posteriormente tomó el cargo de nuevo en enero del 2012 aunque en mayo de ese año fue nombrada por el exmandatario Otto Pérez Molina como presidenta de la CNEE. El mandato era por cinco años y finalizaría en mayo del 2017.

Durante estos años se le dio seguimiento a las licitaciones para contratar generación de energía a largo plazo (con contratos de 15 años), proceso que empezó en el 2010, y la segunda fase del Proyecto de Expansión de Transmisión Eléctrica (PETNAC 2).

Sin embargo, Urizar advirtió, en declaraciones el año pasado, que uno de los temas que quedan pendientes en el sector de electricidad  es el cambio en el cobro del alumbrado público para disminuir el cobro por usuario respecto de su consumo, y disminuir la conflictividad, aunque dijo que el caso no está en manos de la CNEE, sino que cada municipalidad establece.

La CNEE es el ente regulador de la energía eléctrica en el país con base a la Ley General de Electricidad, tiene entre otras facultades reformar normas técnicas y es el encargado de fijar tarifas reguladas como el Peaje, Valor Agregado de Distribución, el pliego quinquenal y el el ajuste trimestral de la energía para el consumidor final.

El país tiene alrededor de tres  millones de usuairos (contadores conectados) de tarifa regulada, y pero del total de la poblacion más de dos millones de personas no cuentan con el servicio.

La capacidad de generación del país es de 3 mil 400 megavatios (MW) y la demanda supera los 1 mil 700 MW.

En las tres licitaciones de largo plazo se adjudicaron 1 mil 155.19 MW entre potencia y contrato de energía generada.