Guatemala

Comuna procesa desechos sólidos

Las ocho toneladas de basura que cada semana  produce la población de Champerico no queda amontonada en barrancos donde luego la queman,  como sucede en la mayoría de lugares del país;  en este municipio funciona  una planta de tratamiento de desechos  desde el 2011.

Piletas donde se cría lombriz coqueta roja, la cual descompone desechos orgánicos y los transforma en fertilizante del tipo lombricompost. (Foto Prensa Libre: Rolando Miranda).

Piletas donde se cría lombriz coqueta roja, la cual descompone desechos orgánicos y los transforma en fertilizante del tipo lombricompost. (Foto Prensa Libre: Rolando Miranda).

RETALHULEU – La obra fue concebida en el 2007, con ayuda de la Municipalidad de Tinn, Noruega, que aportó Q1 millón 200 mil, mientras que la comuna proporcionó el terreno y  contrató a siete trabajadores para procesar los desechos.

La planta  procesa los  desechos  y con la basura orgánica produce abono, que luego se comercializa  entre los campesinos del lugar.

El alcalde de la localidad, Victoriano Ovando, expuso que el proyecto fue apoyado por Tinn, gracias a la Cooperación Internacional entre Municipalidades (MIC). La planta funciona en un terreno de cinco manzanas, en el parcelamiento El Rosario, a 10 kilómetros del área urbana.

La planta tiene capacidad para procesar 10 toneladas de desechos por semana. En el lugar se producen abonos orgánicos tipo foliar, compostaje  y lombricompost.

 Proceso

Colman Rodas, operario de la planta, indicó que el proceso empieza  con el tren de aseo, que traslada la basura a El Rosario, donde se clasifica. La orgánica es colocada en hileras de alrededor de 12 metros de largo, 1.5 metros de ancho y uno de alto. Los desechos permanecen allí durante unos 60 días, para que se conviertan en compostaje.

Los líquidos residuales caen a un estanque, donde se  secan  y  forman el abono foliar.

Para obtener el lombricompost  se utilizan cuatro piletas donde se crían lombrices coqueta roja. Estas se alimentan de los desechos orgánicos y producen  humus.

Eudín de León,  de la oficina    municipal de Medio Ambiente, comentó que lo bueno de estos fertilizantes es que no contienen sustancias químicas, y los agricultores los adquieren para sus cultivos de maíz, ajonjolí y sandía, a Q35 el quintal.

Adrián Carmelo, coordinador del proyecto MIC, indicó que este está bien estructurado y tecnificado, y que   reportan  el estado de la procesadora a la Municipalidad de Tinn,   cada seis meses  aproximadamente, para que  vea  el avance.

Agregó que  analizan la posibilidad de ampliar el proyecto, ya que es productivo y de beneficio para la población; además, se tiene planificado hacer otra inversión para un relleno sanitario.

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