Revista D

Adolfo Ordóñez, uno de los mejores en Houston

Una revista especializada de Houston, Texas, seleccionó  al médico guatemalteco por destacar en su ejercicio profesional.

El profesional labora en Mi Doctor, una red que cuenta con 41 clínicas en Texas. (Foto Prensa Libre: José Luis Escobar).

El profesional labora en Mi Doctor, una red que cuenta con 41 clínicas en Texas. (Foto Prensa Libre: José Luis Escobar).

Houston, en Texas, es una ciudad estadounidense reconocida por concentrar una alta cantidad de investigadores  e instituciones de salud. “Con un sinnúmero de profesionales solo a un pequeño grupo se le puede incluir entre los mejores”, publicó la revista H Texas el año pasado en una edición en la que resaltó a 882 doctores, en 120 especialidades. El reportaje principal, Top Doctors (los mejores doctores), ocupó 35 de sus cien páginas y en la lista figura el guatemalteco Adolfo Ordóñez en la rama de Medicina Familiar. El profesional labora en Mi Doctor, una red que cuenta con 41 clínicas distribuidas en dos áreas; una en Dallas, y la otra, de la cual es director, cubre Houston y Beaumont.
“Hemos explorado Houston para identificar a los facultativos conocidos por su excelencia en una urbe famosa por los avances en la medicina; merecen reconocimiento y han sido nominados por sus compañeros y lectores, aquí están los mejores”, detalló el medio en la presentación de su especial.
El connacional estuvo  de visita en el país y conversamos acerca de su labor.
 

¿Cómo surgió su interés por la profesión?

Mi padre también es médico, por eso de niño pasaba mis días libres, sábados o las vacaciones, en su clínica, que quedaba en Chimaltenango; él fue el segundo médico que tuvo ese departamento.
Me gustaba ver los diferentes procedimientos  con sus pacientes. A veces permitía que le ayudara con cosas muy elementales, como pasarle gasas, cortar algún hilo de sutura o cuando enyesaba. Nunca perdí el interés y estaba convencido de que no había otra cosa que deseara más al llegar a adulto que seguir sus pasos. Y así fue,  estudié  Medicina y me gradué en el 2005 de la Universidad Francisco Marroquín.
 

¿Cómo fueron los años de estudio?

Maravillosos. La formación fue todo lo que esperaba; los primeros tres fueron teóricos pero se tornó más interesante cuando comenzaron las prácticas, las primeras las hice en el Hospital Roosevelt. Cada día la formación me gustaba más, pues todo fluyó como debía. Al tomar las finales se me presentó la oportunidad de llevarlas a cabo en Los Ángeles, California, así que los hice en tres centros diferentes, del 2003 al 2009. Durante ese tiempo trabajé temporalmente en Guatemala.
 

¿En qué se especializó?

Soñaba con practicar  cirugías, pues me atraía el uso del bisturí porque las incisiones quirúrgicas nunca me sobresaltaron. En la parte final de mis estudios había un auge por la  plástica, e inicialmente la había considerado, pero al preguntar noté que varios colegas pensaban igual y comprendí que tarde o temprano se saturaría el medio. Por ello, mi segunda opción fue la Obstetricia, por ser una rama en la que había atención a pacientes y también se practicaban cirugías. Me decidí por esta última.
 

¿Cómo se estableció en Houston?

La experiencia en diversos centros médicos, aún como estudiante, se tradujo en cartas de recomendación que comenzaron a abrir las puertas. Sostuve después un proceso de homologación, con una serie de exámenes complejos, y al aprobarlos comencé a aplicar a puestos de trabajo. Laboré del 2008 al 2011 en el Southside Hospital, en Nueva York y en ese año apliqué a puestos en los estados de California, Florida y Texas. En este último, concretamente en Houston, coincidieron varios intereses que convenían para la familia que había comenzado, pues estoy casado y tengo dos hijas.
 

En Houston fue reconocido por su labor, pero  en una rama diferente a la que contempló al comienzo de su carrera.

Durante mi formación en California fue determinante el tiempo que acompañé a un tío, también médico, en sus jornadas. Lo solía visitar en su clínica y así fue como me acerqué a su práctica,  que se ocupa del diagnóstico externo, equivalente a lo que en Guatemala conocemos como Medicina General. Esta trata a hombres, mujeres, niños y ancianos y sirve como filtro para no saturar el sistema de salud, disminuyendo los casos enviados a los especialistas, quienes muchas veces hallaron que un malestar pudo haber sido tratado por un médico general. La experiencia fue decisiva y en el 2011, cuando cambié de trabajo, dejé Nueva York para mudarme a Houston y dedicarme de lleno a dicha especialidad, por la cual fui reconocido por la revista H Texas a finales del 2016. Soy el único que figura en la especialidad Family Medicine.
 

¿A qué tipo de pacientes atiende?

La firma que me contrató se enfoca en los hispanos y es un gusto poder atenderlos en su idioma. Algunos me han confiado que cuando han ido a otras consultas, por no dominar el inglés, les ha sido muy difícil comprender el diagnóstico o las instrucciones para tomar la medicina. Sienten alivio cuando al explicarme sus síntomas comprendo el contexto de palabras como roncha o chaquirria.
Atendemos en puntos alejados de los centros urbanos, en estas áreas es escasa la presencia de doctores, pues la mayoría prefiere trabajar en las grandes ciudades. Muchos pacientes son inmigrantes y carecen de seguro pero sus hijos sí tienen, por haber nacido en el país. La red de clínicas recibe tanto a los que tienen algún tipo de cobertura como a los que carecen de una, y para ellos hay paquetes de servicios que, económicamente, les resultan  viables ya que su presupuesto suele ser limitado, debido a que están subempleados o sin trabajo.
 

¿Cómo nació la firma?

Es producto de un mexicano que buscó atención por una amigdalitis. Al llegar a la clínica no lo atendieron por no haber hecho una cita y le ofrecían una hasta dentro de una semana. Él lo halló excesivo, cuando todo lo que necesitaba era que le recetaran un antibiótico. Tampoco tuvo suerte en otras clínicas debido al tipo de seguro que tenía y no  le permitían cancelar en efectivo. Por eso ideó un modelo distinto de atención, más accesible.
 

¿Cuánto lleva en ella?

Las clínicas Mi Doctor funcionan desde hace ocho años, y yo llevo cinco laborando. Hace año y medio fui promovido a director regional, soy una de las dos personas que ocuparon el puesto, que antes pertenecía a una sola. Al retirarse este médico, y debido al aumento a 41 clínicas en Texas, se dividió la responsabilidad. Un área es la que veo, en Houston y sus alrededores; y la otra, en Dallas, la lleva una colega de El Salvador.
 

¿Se dedica ahora solo a labores administrativas?

Sigo atendiendo pacientes. Lo hago de lunes a viernes y tengo turnos dos sábados al mes. Llego, por lo general, a las nueve de la mañana y es raro el día que no haya personas esperando ser atendidas. El trabajo de escritorio lo alterno con las consultas.
 

¿Cuál es el tipo de enfermedad que más diagnostica?

Entre la población latina hay demasiados casos de diabetes, porque los hispanos no tienen control de lo que comen y lo más práctico es incluir en su dieta comida chatarra.
Lo hacen también porque es más barato que comprar, por ejemplo, los ingredientes frescos para una ensalada, que sería más nutritiva.
No es algo exclusivo de los adultos, los niños también presentan un alto porcentaje y, además, sobrepeso. No es fácil en estos casos cambiar sus hábitos, es cultural el consumo de pan y de tortilla y aunque deberían dejarlos, no conciben sus meriendas sin estos u otros acompañamientos típicos de su país.
 

Director

  • Nació en Guatemala el 25 de noviembre de 1977. Radica en Houston, Texas.
  • Se ha formado en la Universidad Francisco Marroquín y en el North Shore Long Island Jewish Southside Hospital, en Nueva York.
  • Cuenta con cuatro certificaciones para ejercer Medicina en Estados Unidos, donde está afiliado a tres asociaciones.
  • Es director regional de una firma de clínicas en Texas, a su cargo están las ubicadas en Houston y sus alrededores.

ESCRITO POR: