Revista D

Un bar atesora textos de guatemaltecos famosos

Estas son algunas de las firmas curiosas del Libro de oro de las Cien Puertas.

Manuel Martínez muestra el Libro de oro del bar-restarurante las Cien Puertas. Arriba, a la derecha, rúbrica del expresidente Alfonso Portillo. Abajo, la firma de la banda musical Malacates Trébol Shop.

Manuel Martínez muestra el Libro de oro del bar-restarurante las Cien Puertas. Arriba, a la derecha, rúbrica del expresidente Alfonso Portillo. Abajo, la firma de la banda musical Malacates Trébol Shop.

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Al lado de su firma, Alfonso Portillo escribió: “Hoy 14 de noviembre a las 21:00 estuve echando un trago de los más sabrosos de mi vida. Hermoso lugar que nos trae muchos recuerdos e ideas para el futuro” (1999).
En tanto, Francisco Páez, integrante de Malacates Trébol Shop dejó este mensaje enigmático: “En esta noche solitaria, donde nacen las ideas. En esta noche mis ideas de hielo se derriten. En fin… Nunca se sabe dónde se aprende algo. Veo que la cortina se cerró” (8 de mayo de 1998).
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Imaginemos un sitio con luz tenue, paredes con fondo amarillo  pintarrajeadas por los visitantes, cuadros y mensajes afines con la ideología de izquierda, una barra donde se sirven bebidas espirituosas, gaseosas o café, y música a bajo volumen para tener la oportunidad de platicar.
Precisamente así es el ambiente que ofrece el restaurante-bar Las Cien Puertas, ubicado en el Pasaje Aycinena (9a. calle, entre 6a. y 7a. avenidas de la zona 1 capitalina). “Nunca se sabe quién va a entrar. Han venido artistas, escritores o políticos”, expresa Manuel Martínez, uno de los administradores. “Algunos de estos personajes, desde el 23 de octubre de 1997, han firmado nuestro Libro de oro”, agrega.
Entre esas páginas están las notas o firmas de Benvenuto Chavajay —artista que en el 2015 se tatuó la cédula de Doroteo Guamuch Flores en la espalda—, de la diputada Nineth Montenegro y del cantautor José Chamalé, entre otros.
De este tipo de documentos existen pocos. Otro similar es el que guarda el Hotel Panamerican —también en el Centro Histórico—, el cual, en su recepción, exhibe dos páginas de algunos de sus antiguos huéspedes.
Asimismo, el Hotel Excélsior —en la 7a. avenida, entre 12 y 13 calles, zona 1—, tiene en el pasillo de ingreso las imágenes de personajes que lo han visitado: Mario Moreno Cantinflas ocupó la suite presidencial en 1960, la actriz María de los Ángeles Félix estuvo en la suite 403, el actor y cantante Pedro Infante en la suite 409, el político Ronald Reagan se hospedó ahí en la década de 1970, al grupo La Sonora Matancera se le asignó la suite 403,  Gaspar Henaine Capulina fue cliente en los sesentas, mientras que Yolanda Yvonne Montes Farrington, la Tongolele, y el cantante y actor Luis Enrique Lucho Gatica también estuvieron en ese lugar.

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El exguerrillero Julio César Macías también dejó un recuerdo. La rúbrica con su alias (arriba, a la izquierda), es de enero del 2017.
Abajo se muestra la firma del excéntrico maestro del arte Arnoldo Ramírez Amaya (14 de agosto del 2008).
A la derecha, dibujo del el caricaturista Filóchofo. Al lado escribió “mi corazón y toda la tinta” (1 de mayo del 2003).
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Cinco mensajes

En las páginas del Libro de oro destacan varias notas. Entre ellas la del escritor Simón Pedroza, quien, entre sus varios momentos de inspiración escribió: “A veces, pienso, la vida es como una película hecha de fotografías (…) La tarde llueve. Ahora veo algunas fotografías en mi memoria: vos entrando al café, darme un beso y luego esperar a que yo te lea algunos versos ebrios o votos o algún relato hermoso de lo que ven tus ojos (…) Tanta sorpresa y tanta memoria. La tarde llueve, yo sigo con mi café y mi cigarrillo” (marzo 28, 1998).
En otra ocasión, la artista  Regina José Galindo, en una animada reunión, finalizó su texto con un “25 de noviembre de 1999. 12 y algo de la noche”.
También es parte del documento Pascual Hernández, dirigente y defensor de los Derechos Humanos: “Porque la vida es hermosa, hay que compartirla y luchar por ella” (21 de septiembre del 2006).
Las Cien Puertas también fue donde se empezó a organizar una serie de eventos que, a la postre, movilizaron a cientos de personas: “(Aquí) muchas cosas se pensaron, muchas cosas se decidieron, muchas cosas se soñaron. Hoy, después de 20 años, logramos hacer historia. Gracias por el primer #MiércolesDeCumbia”. Firma: Básico 3. Remata con un “cumbia, paz y baile” (12 de diciembre del 2015).
También queda el mensaje de un despistado pero perseverante Seth Montfort —pianista y fundador de la Orquesta de Concierto de San Francisco—, quien escribió: “Tardé cinco años en encontrarlos (al restaurante-bar), pero siempre supe que estaban aquí” (2016).

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Estuardo Max Moreira, vocalista de la Horchata Regular Band, escribió: “Historias amarradas a mi historia, tibieza para las palabras, certeza de sentirse en casa…” (2009).
Abajo, rúbrica de Miriam Colom de Bauer, tercera esposa del fallecido abogado, político, académico y revolucionario Alfonso Bauer Paiz: “Revolución 20 de Octubre de 1944, proceso democrático popular que se esforzó también por abrir cien puertas para el bienestar y la felicidad del pueblo de Guatemala”.
A la derecha, número de cédula, mensaje y firma del polémico artista Aníbal López (1964-2014). Se recuerda por sus intervenciones en espacios públicos, como la vez que regó 10 costales de carbón sobre la Sexta Avenida, lugar donde, horas después, desfilaría el Ejército de Guatemala para conmemorar su día. La simbología era sencilla y directa: el carbón hacía alusión a las aldeas arrasadas y a los crímenes atribuidos a militares durante los años de la guerra. Su obra se tituló 30 de Junio, cuyo registro fotográfico ganó el premio al Artista joven de la Bienal de Venecia 2001. Esta firma es del 2005.
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