Revista D

Rock indígena

Cobran vida los movimientos musicales alternativos en México.

Damián Martíne es el fundador y vocalista del grupo de rock alternativo Sak Tzevul. (Foto Prensa Libre DPA)

Damián Martíne es el fundador y vocalista del grupo de rock alternativo Sak Tzevul. (Foto Prensa Libre DPA)

Hasta hace unos cuantos años, los indígenas de México sentían vergüenza y evitaban expresarse en su lengua materna por miedo a ser discriminados. Sin embargo, ritmos como el rock alternativo, el hip hop, el rap y el heavy metal interpretados en idiomas nativos han contribuido a modificar el panorama y a crear orgullo e identidad.

“Lo que antes era una vergüenza, ahora es un orgullo”, afirma convencido  Damián Martínez, músico originario de Zinacantán, en el estado de Chiapas, fundador y vocalista del grupo de rock alternativo Sak Tzevul, que significa Relámpago en la lengua  tzotzil.

Martínez es creador de un concepto musical inédito que revitaliza a las lenguas originarias, al incluir temas que tienden a mezclar la cultura tradicional  y su traducción cosmogónica con el español.

Desde que era niño, reconoce Damián, sentía fuerte atracción hacia la música rock cantada en inglés. Entonces, pensaba en quién podría hacer una canción de ese tipo, pero interpretada en lengua indígena.

Ante el panorama de discriminación que afrontaban los pueblos originarios, decidió que lo haría él mismo, que dedicaría su vida para dar la vuelta a la historia y hacer sonar el rock en tzotzil, tzeltal y tojolabal.

“Mi ideal no fue proyectarme como un rock star. Me importaba el beneficio social a nivel comunitario. Por eso incluí a mucha gente, me involucré con instituciones, con muchos jóvenes, para que esto fuera un virus que se contagiara y pudieran cantar en su lengua materna”, afirma.

Han sido 18 años de trabajo, pero a partir del 2010, el grupo se volvió profesional. Ya llevamos cuatro años viajando y tenemos cierto reconocimiento internacional. En México, todavía nos cuesta un poco de trabajo, porque tenemos la costumbre de separar entre indígenas y no indígenas, pero no renuncio a la idea de que esto puede mejorar”, comenta.

Sak Tzevul se ha presentado en escenarios de ciudades de Estados Unidos, Rusia, España, Japón y México, donde siempre utilizan en su vestimenta una prenda que refiere a su tradición indígena, un colorido bordado que recuerda las expresiones culturales del sureste mexicano, donde se encuentra el estado de Chiapas.

Martínez calcula que en el país hay entre 60 y 80 grupos de rock, hip hop, rap y heavy metal que cantan en lenguas indígenas. Uno de los pioneros de este movimiento es el grupo Hamac Caziim (fuego divino, en idioma seri), integrado por cuatro jóvenes de la etnia seri del norteño estado de Sonora, quienes en el 2009 decidieron tocar música heavy metal, pero con letras que conservan los cantos tradicionales de su cultura.

Conscientes de la influencia que tiene el rock en diferentes idiomas sobre sus comunidades, los integrantes de Hamac Caziim hicieron algunos arreglos a los cantos que comúnmente se acompañan con sonajas y tambores para crear un nuevo concepto: el seri metal.

La cabellera larga, ropa negra y botas vaqueras, además de la notable estatura física de los seris (en general la más alta entre los indígenas de México), hacen de Hamac Caziim un grupo similar en imagen a bandas como Sepultura, Metallica, Slayer y Transmetal, de quienes reconocen tener influencias.

“Era importante hacer esto para que siempre estén presentes nuestras canciones tradicionales, sobre todo en la mente de los más jóvenes. Las cosas evolucionan, y eso provoca que desaparezca lo que estaba originalmente. Nosotros queremos que siempre esté presente nuestra música tradicional, aunque tengamos que recurrir a estas formas musicales”, explica Francisco Molina, conocido como el Indio y vocalista de la banda.

Este año, el festival musical Vive Latino —el más importante dirigido a jóvenes en México— en colaboración con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes incluyó por primera vez en su programación a diversos grupos que fusionan los géneros rock, surf, hip hop, reggae, blues y rap con la música tradicional indígena.

Actualmente, el Museo Universitario del Chopo lleva a cabo Estruendo multilingüe, un ciclo de música contemporánea indígena, donde ya se han presentado los grupos Pasatono y Sak Tzevul, y estuvieron en concierto el 2 y 4 de octubre el Rapero de Tlapa y Sajem K’p, así como Hamac Caziim.

“Durante mucho tiempo hemos tratado de imitar a los europeos y a los estadounidenses. Pero ahora, lo que ya aprendimos nos va a ayudar para acrecentarlo con nuestras raíces, con nuestras lenguas. Si este país encuentra sus raíces ancestrales, estoy seguro de que vamos a crecer”, dice Martínez.

En México habitan 68 etnias indígenas, de las cuales 14 están en riesgo, según datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. La discriminación es uno de los peligros para su supervivencia.

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda efectuado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el  2010, de los 112.3 millones de habitantes que tiene ese país, 15.7 millones se consideran indígenas, pero solo 6.6 millones son hablantes de una lengua diferente al español.

DPA

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