Revista D

Con el sello francés

Cuatro hermosas construcciones han ocupado el terreno del actual Ministerio de Educación

Asilo Estrada Cabrera construido antes del actual edificio del  Ministerio de Educación. (Foto Prensa Libre: Museo Nacional de Historia)

Asilo Estrada Cabrera construido antes del actual edificio del Ministerio de Educación. (Foto Prensa Libre: Museo Nacional de Historia)

El actual edificio del Ministerio de Educación, de estilo Clasicista, es quizás, uno de los más hermosos que de esa época aún engalana  la Avenida de La Reforma. Las construcciones que le antecedieron también compitieron en hermosura.

Es el recuerdo de una primera planificación ordenada por José María Reyna Barrios (1854-1898),  quien soñó con que la ciudad fuera una pequeña París, explica  la historiadora Lorena Castellanos, quien asegura que este edificio fue la   primera extensión urbana que se proyectó hacia el sur de la ciudad, después del trazado original de la colonia.

“Se trató de un plan no solo para agrandarla habitacionalmente sino también con la idea de que en un futuro funcionaran  oficinas gubernamentales. Una expansión programada y  promovida por los Liberales. Ahí radica su valor histórico”, resalta Castellanos.

En la época de Barrios

Dentro de las políticas liberales de Justo Rufino Barrios se operaron cambios en el régimen de tenencia de la tierra; entre éstos, la supresión de la propiedad ejidal, lo que permitió el trazo del bulevar 30 de junio, hoy Avenida de La Reforma”, apunta  el historiador Miguel Álvarez Arévalo, autor de la Reseña histórica y crónica de la restauración del Edificio del Ministerio de Educación.

En 1894, se construyó el bulevar y también se proyectó el parque de La Reforma.

Los vecinos que abordaban el Decauville —un tren que partía de  la 18 calle y terminaba en la Villa de Guadalupe— debieron asombrarse con el Palacio de Exposiciones, el primer edificio levantado  en el terreno de la actual cartera de Educación,  en 1896. Este, de  estructuras de hierro y  vidrio traídas de París y para el que se contrataron arquitectos europeos,  solo estuvo en pie un año. 

“Algunos de los inmuebles, como el Panteón Nacional, diseñado por Francisco Durini, nunca llegó a construirse por este colosal  proyecto”, relata Álvarez Arévalo en su obra.

       Tras la exposición centroamericana, en 1897, Reyna Barrios recibió muchas críticas por los elevados costos y el endeudamiento que le provocó al país. Finalmente, el hierro de la construcción fue destinado al ferrocarril, afirma Álvarez Arévalo.

Un complejo parisino

 Años después, en 1909,  funcionó el asilo Estrada Cabrera. Según una crónica de la época reproducida por Álvarez Arévalo, en el terreno de 54 mil 300 metros, fueron construidos, solo en la parte que daba al occidente, un inmueble de dos pisos en el cual fueron distribuidos  tres salones,  10 salas,   tres cuartos hacia el  norte e igual número hacia  el sur”.

“Al centro del segundo piso,   seis salones a cada lado para un total de 45 departamentos. El costo aproximado de esa fase de la construcción fue  de 1 millón de pesos,  y aún faltaron  300  mil para concluir el proyecto”, cita  Álvarez Arévalo.

El asilo colindaba con la calle Ciudad Vieja y  con la Maternidad Joaquina (Cabrera) de 27 mil 150 metros cuadrados, con  capacidad para 150 madres. Este empezó a construirse en 1907.

Los   inmuebles estaban separados únicamente  por  una valla de cipreses.

Ambas fachadas  fueron los últimos diseños del arquitecto español Domingo Goicolea.

El complejo seguía la línea neoclásica, en su exterior, pero “el  interior corresponde a las disposiciones del hospital Lavoisiere de París”, apunta Álvarez Arévalo al citar la obra de  Alicia Goicolea.

Los interiores, que desaparecieron con los terremotos de 1917-18, debieron  haber sido hermosos.  rodeados de jardines, estanques y  una fuente.

El complejo estuvo resguardado por una verja de hierro pintada, originalmente, de verde oscuro, que fue montada en cimientos de piedra.

 Con la llegada de gobierno de José María Orellana (1921-1926), se le encargó al arquitecto Rafael Pérez De León diseñar en este lugar la Escuela de Artes y Oficios para varones.

Sería otra de las espectaculares edificaciones  que creo a lo largo de su vida como el Palacio Nacional,   Correos y Telégrafos y la cúpula de La Merced.

El  estilo Clacisista de la escuela se caracterizó por sus columnas con capiteles, cornisas,  sillares dorados y una doble cúpula de evocación renacentista.

Después de la clausura de las Escuelas de Artes y Oficios durante muchos años, el recinto fue ocupado por institutos públicos hasta quedar casi en ruinas.

  Estrella

   En los planos originales de Pérez De León, se contempló una estrella de 16 puntas, pues esta daba origen a los trazos  de las columnas y el salón de actos.

Pero esta se levantó hasta en 1995, con las labores de restauración para el traslado de las oficinas del Ministerio de Educación.

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