Las autoridades  brasileñas buscan  una fórmula mágica para obtener  rentabilidad en  cuatro estadios del Mundial  2014 que, según los críticos,  corren fuerte riesgo de con vertirse en monumentos al  despilfarro.
Manaos, Brasilia, Cuiabá y  Natal son las cuatro sedes que  tendrán estadios nuevos y que  solo en contadas ocasiones han  conseguido llevar algún equipo  de futbol a la primera división,  por lo que no cuentan con un  calendario  que garantice una  renta regular.
Celebrar conciertos   musica les, llevar  equipos de futbol de  otras ciudades e impulsar de portes extraños en estas la titudes, como el futbol ame ricano, son las principales ideas  que han presentado los res ponsables de esos inmuebles.
Pero los escasos beneficios  obtenidos hasta ahora en el  único potencial elefante blan co  que ya está operativo, el  estadio Mané Garrincha, de  Brasilia, ponen en tela de jui cio el que se pueda  compen sar lo  invertido.
El estadio de Brasilia es un  coliseo monumental, con afo ro para 72 mil 777 asistentes, y   fue, con diferencia, el más  caro de los 12 recintos cons truidos para el Mundial.
Su factura ascendió a unos  US$600 millones, y fue pa gada en su totalidad por el  Gobierno.
La solución que encontra ron las autoridades locales  fue alquilar  el estadio a gran des equipos de Río de Janeiro  y Sao Paulo, como el Flamen go o el Santos.
El recinto deportivo reci bió este año nueve partidos de  Liga y un amistoso de la se lección brasileña, con un pú blico medio de 34 mil 414  espectadores. También orga nizó tres conciertos, con lo  que se recaudaron unos  US$9.4 millones.
De ese importe, el Gobier no del Distrito Federal cobró  aproximadamente US$1.2 mi llones  por el alquiler.
El secretario del Mundial  de Brasilia, Claudio Monteiro,  dijo que “no hay que pensar  en la amortización”  del es tadio, sino en su “impacto en  la economía local”.
Según cálculos de la estatal  Compañía de Planificación  del Distrito Federal, cada  evento en el estadio inyecta  cerca de US$5 millones a la  economía local, lo que be neficia a restaurantes, hoteles  y taxistas, entre otros rubros.
Para el 2014, Brasilia man tendrá la misma receta, y ya  tiene apalabrados “más o me nos”  ocho partidos de la liga  brasileña, según Monteiro.
Esa solución es más difícil  de aplicar en otras ciudades  como Manaos, capital del es tado de Amazonas, por su le janía con Río y Sao Paulo, lo  que obligaría a los equipos a  hacer vuelos de cinco horas.
El Gobierno de Amazonas  abrió una licitación para con tratar una consultora que en cuentre la mejor opción para  el estadio Arena, de la Ama zonía, que en el futbol local  tiene una difícil salida, porque  el mejor equipo, el Nacional,  juega en la cuarta división.
Lo que se ha descartado  por completo es la idea de  usar el estadio como reclu sorio, surgida de un juez preo cupado por las deficiencias  del sistema penitenciario, se gún    un portavoz de la Unidad  Gestora del Proyecto Copa  del Mundo del Gobierno de  Amazonas.
En Cuiabá, el Luverdense,  el mejor equipo de la ciudad,  recibió este año una media de  público de mil 466 personas, a  pesar de que logró el ascenso  a segunda división.
Para el 2014, el club aspira a  llenar unos 26 mil asientos del  Arena Pantanal, en el partido  contra el Vasco da Gama, un  grande descendido a segunda  división, y a tener una buena  entrada en la temporada.
El nuevo recinto también  se convertirá en la casa del  Cuiabá Arsenal, actual cam peón brasileño de futbol ame ricano. A la final asistieron  cuatro mil seguidores.
Con dos equipos en la se gunda división, Natal está me nos preocupada por la ren tabilidad del Arena de las Du nas. No obstante, esta ciudad  del noreste de Brasil también  aspira a obtener ingresos y se  ha ofrecido como centro de  entrenamiento para equipos  europeos en invierno, una  idea que solo el tiempo dirá si  es viable para alcanzar la an siada rentabilidad.