Los 12 años fuera de Guatemala hicieron que Carlos sintiera la ilusión de volver a casa; además, tenía una misión: ayudar a los futbolistas guatemaltecos que han sufrido la falta de pago y otras violaciones a sus derechos como trabajadores. El trabajo ya lo empezó con la Asociación de Futbolistas Guatemaltecos (AFG), acompañado de grandes amigos como Carlos Figueroa, Gonzalo Romero y Freddy Thompson.

El ser presidente de la Asociación ha hecho que gane enemigos, por haber buscado implementar todo lo que ha podido vivir en el extranjero. “Lo nuevo siempre da miedo”, dice Carlos, con esa seriedad que los años le han dado. “Sabíamos que iríamos al choque, pero quería que tuviéramos la voz de los futbolistas”, explica.

Contrastes

Ruiz, el máximo artillero de la Selección Nacional —57—, y el único jugador guatemalteco que ha actuado en la Europa League —Aris FC de Grecia—, es poco valorado en su país. Él soñaba con vestir la camisola roja, y muchos no se han cansado de insultarlo, dentro y fuera de la cancha.

Asegura que ha vivido muchas cosas lindas, pero también se ha frustrado por llegar a tres finales y no salir campeón.

“Municipal ha cambiado mucho alrededor. Cuando estuve antes —1996 a 2001—, gané todo. Ahora, los cremas nos llevan ventaja en el área administrativa y deportiva. En tres torneos que he estado, he tenido cuatro entrenadores; cada seis meses piensan en renovación. La directiva está desesperada por los resultados, pero no es el camino. Si los de enfrente no lo hacen, confían en sus jugadores, y si les salen bien las cosas, es porque están bien. Eso era algo que hacían los rojos antes”, lamenta Ruiz, quien asegura que uno de los principales problemas de Municipal es que el equipo no lo arma el entrenador, sino los representantes de los jugadores y los directivos.

¿Seguirá?

Su camino con los rojos no está claro. Lo que más pide Ruiz es respeto, ya que no se han reunido, a pesar de que habían quedado de hacerlo antes de que viajara a Estados Unidos. “Parece que yo no soy ninguna prioridad, como que estaban esperando que el entrenador —Mauricio Wright— dijera si me quiere o no; y ya él habló. Eso es lo que siento”, reconoce Carlos, quien asegura que tiene varias ofertas para jugar fuera de Guatemala. Unas cerca del país y otras en otro continente.

Quinta Copa Oro

El bálsamo para Carlos es la Selección Nacional, en donde sí es “prioridad” y donde el técnico argentino Iván Franco Sopegno ha sido claro que lo necesita, porque en Guatemala no hay un goleador como él.

“Quiero hacer una buena Copa. Ya es la quinta, y trato de pensar en lo positivo. Si algo he aprendido este tiempo es que lo que más disfrutan los enemigos es salir a criticar. Cuando jugamos contra Bermudas, me pasó por la mente que podría ser una catástrofe, y eso hubiera hecho felices a muchos, porque acá la nota mala es la que más vende”, reconoce molesto el goleador, quien dice que es tiempo de unirse, porque los jugadores lo que menos quieren es perder. “Este camión tiene un largo camino por recorrer”, dice.

El dopaje

Con Ruiz siempre hay muchos temas por conversar, y más ahora que cuatro de sus compañeros en Municipal salieron con un resultado adverso —posible dopaje positivo—.

Entre muchas versiones, se dijo que Ruiz toma suplementos alimenticios y que él lo había recomendado en el camerino rojo.

“No permitiré que ningún periodista tire mi carrera con sus comentarios. Me han hecho pruebas de dopaje en Sudamérica, Europa, México, Estados Unidos y Guatemala, y nunca me ha salido nada, ni rastros, para que ahora venga un estúpido a quererme ensuciar al decir que yo contaminé el vestuario”, dice molesto Carlos, quien asegura que él aprendió a cuidarse mejor en la MLS, y que si aquí no lo hacen es por falta de apoyo y porque son productos caros.

“No había querido aclarar porque no tenía sentido; además, es su palabra contra la mía. Hablé con el doctor de Municipal —Héctor López—, porque no me gustan que digan cosas que no son, pero esos periodistas nunca se han acercado a un entreno ni me han dado la cara, lo malo es que la gente se deja llevar por lo que hablan”, lamentó.

Ahora, junto a la AFG, busca una salida para que sus compañeros tengan una sanción mínima.

Lo cierto es que hoy Carlos es un jugador libre, y viajará a Estados Unidos, en donde se sentirá arropado por lo que más ama: la Selección Nacional, pero todo indica que su separación de Municipal está muy cerca.