Guatemala

Hijos de pequeños productores de café gozan de nuevas escuelas

Con una inversión de US$101 mil 250 (unos Q780 mil), que aportó el Gobierno de Japón, se construyeron tres escuelas para atender a unos 150 niños de los caseríos Las Luces, Nuevo Tesoro y paraje Cartagena, ubicados en San Pablo, San Marcos.

Entre otros servicios la escuela cuenta con un biodigestor, depósito de agua, cocina, dos aulas y dirección. (Foto, Prensa Libre: Edgar Girón).

Entre otros servicios la escuela cuenta con un biodigestor, depósito de agua, cocina, dos aulas y dirección. (Foto, Prensa Libre: Edgar Girón).

SAN MARCOS.- Los niños que se beneficiarán con hijos de pequeños productores de café y de trabajadores de fincas cafetaleras.

Mynor David Maldonado, director ejecutivo de Fundación del Café para el Desarrollo Rural (Funcafé) dijo que los tres edificios escolares constan de dos aulas, dirección, bodega, cocina equipada con una estufa ahorradora de leña para la cocina escolar.

Además cuentan con servicios sanitarios, pila, tanque para reserva de agua y un biodigestor para tratar las aguas servidas que se produzcan en la escuela.

“Se estableció que en las tres beneficiadas, las necesidades eran extremas, porque los niños recibían sus clases en galeras y con mucha incomodidad y sin cumplir con las mínimas condiciones pedagógicas para que los niños recibieran con dignidad su educación” comentó Maldonado.

La municipalidad de San Pablo apoyó con Q94 mil 200 para cubrir el pago de los impuestos de la donación del gobierno japonés, mientras que las comunidades aportaron la mano de obra no calificada.

A la inauguración del edificio escolar del caserío Las Luces asistieron Naonari Nishijara, secretario de la representación diplomática donante y Yumi Akaeda.

Maestro, director y fundador

El director y maestro único de la escuela inaugurada en el paraje Cartagena, Rony Neftalí López Vicente, dijo que la escuela fue iniciada por él en el 2012, cuando se fundó la comunidad.

Agregó que se tuvo el apoyo del Consejo Comunitario de Desarrollo –Cocode- y el alcalde auxiliar.

El maestro López Vicente que camina una hora para llegar a la escuela, trabajó adhonorem durante dos años y medio y fue hasta julio de este año, en que el ministerio de educación lo favoreció con un contrajo mediante el renglón 021 que le permite tener un salario, se informó.

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