De acuerdo con el acta, el sentenciado trabajaba como ayudante en un bus que cubre la ruta entre la cabecera y la aldea Los encuentros.

El documento añade que Saput llegó al predio donde estaba estacionado el colectivo y sustrajo el televisor valorado en Q4 mil 500.  

Antonio Caniz Sosa, propietario del bus, contó que su exempleado fue descubierto después de algunos meses de investigación, y se determinó que había empeñado el aparato.

El sentenciado confesó que una deuda que tenía lo obligó a cometer el robo, por lo que pidió perdón a las autoridades indígenas.

Luego de un procedimiento, cinco alcaldes comunitarios fueron escogidos para dar los azotes al hombre.

El alcalde indígena, Alberto Chumil, dijo que hay situaciones que deben ser corregidas a tiempo, para evitar males peores.