Servicio de música en línea permite crear listas de reproducción. (Foto Prensa Libre: Archivo)

La compañía es, junto con sus competidores, la bestia negra de numerosos artistas, que consideran que los servicios de streaming pagan poco a los artistas, además de reducir las ventas de discos.

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A principios de noviembre, después de que la artista estadounidense Taylor Swift retirara el conjunto de sus canciones del servicio, el director ejecutivo de Spotify, Daniel Ek, contraatacó.

“El pirateo no da un céntimo a los artistas, nada de nada, cero. Spotify pagó más de 2.000 millones de dólares a las discográficas, editores y sociedades de gestión de derechos de autor para que los distribuyan entre autores, compositores e intérpretes” desde su creación en 2008, aseguró. “Esto es lo que quiero que entiendan realmente los artistas: nuestros intereses coinciden totalmente con los vuestros”, añadió.

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Cerca del 70 por ciento de su volumen de negocios se abona a la industria musical, según la compañía.

Vista de un dispositivo con la pantalla inicial del servicio de música en línea Spotify. (Foto Prensa Libre: AFP)

Spotify, que no cotiza en Bolsa, todavía no acabó ningún año con beneficios. Su volumen de negocios creció, sin embargo, casi un 74 por ciento en el 2013, hasta alcanzar los €746.9 millones (US$881.6 millones; Q6 mil 818.3 millones)

El 91 por ciento de sus ingresos procede de las suscripciones y sólo un 9 por ciento lo hace de la publicidad.

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