Tecnología

¿Quiere ver cómo será su hijo de adulto por etapas?

Un software genera automáticamente las imágenes de la cara de un pequeño de corta edad a medida que envejece hasta los 80 años.

La curiosidad común de los padres en saber cómo será su hijo cuando crezca ahora podrán ser develada en menos de un minuto. Investigadores de la Universidad de Washington han desarrollado un software que genera automáticamente las imágenes de la cara de un niño de corta edad a medida que envejece a través de toda la vida.

La técnica es el primer enfoque totalmente automatizado para el envejecimiento de la imagen de una persona desde que es bebé a adulto que trabaja con mala iluminación, expresiones y poses, según el sitio abc.es

“El envejecimiento de niños muy pequeños a partir de una sola foto es considerado el más difícil”, explica Ira Kemelmacher-Shlizerman, profesora de informática e ingeniería. “Tomamos fotos de niños en condiciones sin restricciones y encontramos que nuestro método funciona muy bien”, agrega.

La forma y el aspecto de la cara de un bebé -y la variedad de expresiones- a menudo cambian de manera drástica en la edad adulta, por lo que el cambio es difícil de modelar y predecir. Esta técnica utiliza el promedio de miles de caras de la misma edad y género, para, a continuación, calcular los cambios visuales entre los grupos a medida que envejecen y aplicar esos cambios a la cara de una nueva persona.

Más específicamente, el software determina la disposición promedia de píxeles entre miles de fotos de caras al azar en internet en diferentes tramos de edad y de género. Después, un algoritmo encuentra correspondencias entre los promedios de cada tramo y calcula la variación media de la forma facial y la apariencia entre las edades. Entonces, estos cambios se aplican a la foto de un nuevo niño para predecir qué aspecto tendrá para cualquier edad posterior hasta los 80 años.

“Nuestros estudios demuestran que los resultados de progresión de edad son tan convincentes que la gente no puede distinguirlas de la realidad”, dice el coautor Steven Seitz, profesor de ciencias de la computación e ingeniería.

Las fotos de la vida real de los niños son difíciles de utilizar para la progresión de edad, en parte debido a una mala iluminación, sombras, las expresiones divertidas e incluso bigotes de leche. Para compensar estos efectos, el algoritmo corrige primero automáticamente rostros inclinados, giros de cabeza y luces inconsistentes, y entonces se aplica la forma y apariencia calculados en los cambios de la cara del niño.

Los investigadores creen que su técnica puede ser útil para buscar a niños desaparecidos hace mucho tiempo. La progresión se puede ejecutar en un ordenador estándar y tarda unos 30 segundos en generar resultados de una cara. Resulta más complicado en niños menores de 5 años.

En el futuro, los investigadores esperan incorporar otros identificadores para perfeccionar el modelo, como el origen étnico y factores estéticos como el blanqueamiento del cabello y las arrugas.

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