¿Tomaría un vaso de agua a sabiendas de que hace solo cinco minutos era excremento humano? El hombre más rico del mundo, Bill Gates, sí lo hizo.
El fundador de Microsoft y filántropo hizo público su apoyo al proyecto de la Janicki Omniprocessor, una máquina que recicla el excremento y lo convierte en 86 mil litros de agua potable y 250 kilovatios de energía diarios, en solo cinco minutos.
La máquina funciona así: extrae el agua de las heces y la depurada para ser bebible, y quema los desperdicios a alta temperatura para generar energía.
De acuerdo con el blog de Gates, el proyecto pretende acercar estos servicios básicos a lugares del tercer mundo donde el acceso al agua es limitado o es un riesgo para la salud a causa de la contaminación.
