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Sonrisas que dan gusto

Muchas personas le prestan poca atención a la higiene bucal y se olvidan de la importante función que tiene en su salud, hasta que padecen alguna dolencia.

La odontóloga Velveth Méndez habla de la higiene oral, durante El Consultorio.

La odontóloga Velveth Méndez habla de la higiene oral, durante El Consultorio.

La salud bucal comienza con una buena higiene y para esto es necesario crear buenos hábitos de limpieza desde temprana edad.

“Hay que empezar con la higiene oral desde que los primeros meses de vida. Todos los días el pequeño ingiere leche, por lo que es necesario limpiar sus encías con gasas húmedas”, dijo ayer la odontóloga Velveth Méndez, de clínicas Sonríe, invitada al programa El Consultorio, que se transmite por www.prensalibre.com.

Ayuda

De acuerdo con la experta, es fundamental tener los implementos adecuados que nos ayuden a una buena limpieza bucal, además de conocer alternativas naturales que también contribuyen a la higiene oral, como la sal.

“Podemos ponerle sal al cepillo para poder remover toda la placa dentobacteriana, que son todos los restos de comida que se van quedando en las piezas dentales. Otros elementos que nos ayudan son comer manzana, brócoli, apio y zanahoria, por ejemplo. Estos alimentos estimulan la encía y son un limpiador para las piezas. No son un sustituto completo pero sí nos ayudan a tener una mejor higiene”, afirmó Méndez.

Técnicas adecuadas

El orden en que usamos cada elemento de limpieza es esencial. En primer lugar se debe emplear el hilo dental —su uso inicia desde que aparecen los dientes—, luego el cepillado y se termina con el uso del enjuague bucal —debe ser sin alcohol—.

Lo ideal sería llevar a cabo todos estos pasos después de cada comida, pero de no ser posible, hay que asegurarse de completar cada etapa de esta limpieza en la noche, antes de irse a dormir.

La cantidad correcta de pasta va de acuerdo con la edad. Cuando son niños muy pequeños hay pastas especiales que aún no traen flúor. Se pueden empezar a utilizar pastas con flúor a partir de que el niño ya sabe escupir. La cantidad que se le aplica al cepillo para los niños es del tamaño de un grano de arroz, y para adultos del tamaño de una arveja”, explicó Méndez.

La experta también recordó que es importante no mojar el cepillo ni enjuagarse la boca antes del cepillado porque el flúor de la pasta actúa mejor en seco.

El enjuague bucal lo puede usar toda la familia, una vez que los niños ya sepan escupir.

Paso 1

Hilo dental

Se debe usar de 30 a 40 centímetros de hilo. Se enrollan los extremos  en los dedos medios, dejando unos 10 centímetros para limpiar los dientes. Para la parte de arriba se usan los dedos pulgares, empezando por las piezas posteriores. Se empuja con cuidado el hilo entre las piezas y se dibuja una forma de C para sacar los restos de comida.

Paso 2

Cepillado correcto

La mayoría de personas requiere un cepillo de cerdas medianas, no duras,  porque se puede lastimar la encía. A los  niños se les puede enseñar al inicio la técnica de Fones: se hacen círculos en todos los dientes. La mejor técnica para limpiar los dientes es la de barrido. Se coloca el cepillo a 45 grados y en la parte superior se jala hacia abajo y en la inferior se barre hacia arriba. Se hace varias veces en cada pieza.

Paso 3

Enjuague bucal

Hay diferentes sabores de enjuague bucal. Este no debe contener  alcohol. La persona debe enjuagarse por un período de 45 segundos a un minuto y escupir el líquido. No debe mezclarse con agua y la persona tampoco debe llevar agua a la boca luego de haber escupido el líquido.

Consejos generales

La limpieza oral de los niños debe estar a cargo de los padres hasta que cumplan   12 años.

Es importante elegir los cepillos según la edad y tamaño de las piezas.

Para los niños se debe usar pasta sin flúor, mientras no sepan escupir. A partir de los 12 años pueden usar pasta de adultos.

Es ideal limpiar los dientes con enjuague e hijo después de cada comida.

Visitar al odontólogo cada seis meses.

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