Vida

Así comen los guatemaltecos

La rutina acelerada, los horarios extendidos de las jornadas laborales, el excesivo tiempo que se está en las calles a consecuencia del tránsito y el poco poder adquisitivo influyen en que la media de los guatemaltecos tenga una dieta poco sana.

Las hamburguesas y las pizzas son altamente calóricas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Las hamburguesas y las pizzas son altamente calóricas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El estilo de vida ajetreado provoca que los guatemaltecos  compren comida chatarra o en ventas callejeras —pan con chile, pan de manteca, hot dogs, chuchitos, rellenitos y bebidas con mucha azúcar—.

Esto se repite en las diferentes generaciones, pero principalmente en adultos económicamente activos, lo que origina, según el médico Eduardo Palacios, del Programa Nacional  para la Prevención y Control de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, del Ministerio de Salud, dos tipos de trastornos alimenticios.

El primero se relaciona con una ingestión escasa  de alimentos ricos en hierro y vitaminas; y en el segundo, se incluyen aquellos que comen en exceso, como consecuencia tienen sobrepeso, y algunos están a un paso de la obesidad, pero además, muy mal nutridos”, agrega Palacios.

El resultado es obvio, mal nutrición y obesidad, o ambos. Lo que se refleja en las estadísticas que revelan la prevalencia en enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y cardiopatías. “Lo irónico es que los extremos en el consumo de alimentos provocarán enfermedades que es posible prevenir, si se aprende a incluir una cantidad adecuada y rica de nutrientes en las comidas y se practica una actividad física regularmente”, añade Palacios.

Causas
En muchos casos, la realidad nacional —bajos salarios, pocos ingresos, familias numerosas y falta de educación— impide que haya una persona que se ocupe de la planificación de menús saludables o que se encargue de preparar diariamente loncheras para todos los integrantes de la familia; sin embargo, cuando las condiciones lo permitan, se debe evitar comer “cualquier cosa” solo para mitigar el hambre.  

La frase “comer en la calle” puede pasar por muchas interpretaciones, entre ellas, consumir comida rápida o frita, grandes cantidades de carbohidratos como los que tienen las pizzas o pastas, incluso azúcar en exceso, refrescos de lata o pasteles.

Equilibrio

“Al incluir a diario frijol, maíz,  frutas y verduras, tres veces por semana lácteos y sus derivados, y una vez carne, se obtendrá un aporte adecuado de proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y cereales necesarios para mantenerse saludable”, afirma  Pilar López, nutricionista del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá, Incap.

Violeta Romero, también nutricionista de este instituto, añade que es necesario que las personas comprendan que para lograr una alimentación balanceada deben aprender a comer en cantidades adecuadas, es decir, sin excesos o restricciones.

Las necesidades de energía y nutrientes están delimitados, según edad, sexo, peso, talla y nivel de actividad física. Asimismo López recomienda,  optar por preparar alimentos, al vapor, a la plancha, horneados y evitar los fritos o muy condimentados.

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