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3 predicciones de Blade Runner que se cumplieron (y otras 2 que van camino de cumplirse)

Un clásico del cine de ciencia ficción vuelve a las salas de proyección de Estados Unidos el viernes.

El personaje de Harrison Ford, Rick Deckard, ha dado pie a una de las mayores incógnitas del cine futurista: ¿es un humano o un replicante? (Foto: Ian West/PA Wire)

El personaje de Harrison Ford, Rick Deckard, ha dado pie a una de las mayores incógnitas del cine futurista: ¿es un humano o un replicante? (Foto: Ian West/PA Wire)

Después de 35 años del estreno de Blade Runner (1982), de Ridley Scott, llega Blade Runner 2049, la segunda parte de la historia.

Basada en el libro “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?”, de Philip K. Dick, Blade Runner es la historia de la búsqueda de cuatro replicantes (copias peligrosas de seres humanos) en la ciudad estadounidense de Los Ángeles.

La primera parte está ambientada en el año 2019 y la siguiente, dirigida por el canadiense Denis Villeneuve, en 2049.

En esta última entrega, Ryan Gosling interpreta a Blade Runner Oficial K, que descubre un secreto oscuro que lo lleva a buscar al famoso Rick Deckard, el papel de Harrison Ford en ambas películas.

El de Ford es el personaje que ha dado pie a una de las incógnitas más debatidas del cine futurista.

¿Es Deckard un humano de verdad o un replicante (robot con apariencia humana)?

El personaje de Ryan Gosling, Blade Runner Oficial K, debe encontrar a Rick Deckard, interpretado por Harrison Ford, en Blade Runner 2049 (Foto: Alcon Entertainment)

La respuesta ha sido un misterio todos estos años y los fanáticos de la película esperan que finalmente se resuelva en la secuela.

Pero la historia de Blade Runner no es fuente solo de enigmas.

También lo es de predicciones sobre el futuro.

La BBC te cuenta algunas de ellas.

1. Idiomas que desafían al inglés

Además del inglés, en Blade Runner, algunos de los residentes de Los Ángeles en 2019 hablan un dialecto que es una mezcla de lenguas europeas y de Asia oriental.

Sin duda, en los últimos 30 años ha habido un cambio lingüístico en la ciudad californiana.

En 2015 había al menos 1.560.000 hispanohablantes en el municipio, además de hablantes de lenguas indoeuropeas, asiáticas y otras, según la Oficina de Censos de EE.UU.

En los últimos años la población hispanohablante en Los Ángeles ha ido en aumento. (GETTY IMAGES)

2. Autos que se suspenden en el aire

Además de volar, despegar y aterrizar verticalmente, el auto utilizado por Rick Deckard (Ford) es capaz de viajar por tierra.

Ya en la realidad, en abril de 2012 TekGoblin informó que la empresa Terrafugia de EE.UU. había creado el primer prototipo de coche volador que cumplía las normas de la Administración Federal de Aviación y la Administración de Seguridad Nacional de Tráfico.

Pero con un precio de alrededor de US$280.000, parece que los viajes por el aire en coche no va a ser algo cotidiano para muchos.

En 2015, Peter Stevens, corresponsal de autos de la BBC, informó que al parecer los ingenieros de Toyota estaban diseñando no un coche volador, sino uno que pudiera desplazarse sin tocar la carretera.

Según Stevens, Volkswagen propuso fabricar una máquina de dos asientos que pudiera levitar de forma magnética.

El objetivo de ambas compañías era reducir la fricción y ahorrar así energía, para que el vehículo fuera más eficiente.

Auto volador de Terrafugia, que fue presentado en Nueva York, en 2012. (GETTY IMAGES)

3. Avances en inteligencia artificial

Los replicantes de la película de Ridley Scott parecen seres humanos sintéticos en lugar de robots reales.

Un dispositivo clave en la película es que los replicantes no tienen un rango de normalidad emocional, algo que puede ser detectado mediante un “Voight-Kampff”, una prueba para medir las respuestas empáticas.

Ese hecho parece un eco de las muchas pruebas que se usan actualmente para medir los avances en la inteligencia artificial (IA).

Aún no se han creado máquinas que puedan combinar el comportamiento, lenguaje y la mecánica del movimiento humano.

Pero la inteligencia artificial está presente en la banca, la medicina y en programas populares como los predictores de palabras de los celulares.

Facebook usa ampliamente la inteligencia artificial a través de algoritmos que le permiten crear anuncios personalizados, gestionar noticias e identificar fotografías.

Además, la IA está en el centro de servicios como Siri de Apple, Home de Google y Alexa de Amazon, que funcionan por medio del reconocimiento de voz de sus usuarios.

Google Home responde al comando "Ok, Google", para dar órdenes a dispositivos como reproductores de música y artefactos inteligentes de la casa. (GETTY IMAGES)

4. Privatización de la exploración espacial

Blade Runner se imaginó un mundo donde la mayoría de la humanidad había elegido vivir en colonias fuera del planeta, más placenteras y administradas por empresas privadas.

Un grupo de empresas privadas —como Space Xde Elon Musk, Blue Origin de Jeff Bezos y el Grupo Virgin de Richard Branson— han comenzado a asumir el control de la exploración espacial.

Ofrecen acceso más barato al cosmos, con innovaciones tales como cohetes reutilizables y sistemas horizontales de lanzamiento.

En 2016, la economía espacial global alcanzó un valor de US$329.000 millones. Tres cuartas partes de esa suma provenía del sector privado, no de los gobiernos.

Pero el sector privado aún está muy lejos de ser capaz de colonizar otros planetas y no ha encontrado la manera de hacer que la exploración del espacio sea rentable más allá de 25.000 kilómetros de altura.

Así que parece dudoso que los seres humanos vayan a emigrar a otros mundos para el 2019.

Elon Musk es uno de los empresarios que lidera la exploración espacial. (GETTY IMAGES)

5. Moralidad de los robots

Blade Runner plantea cuestiones éticas en torno a las consecuencias de la creación de formas de vida inteligente semejante a los humanos.

La complicación en la película es que los replicantes no son robots. Están hechos de materiales orgánicos y sangre, al igual que los humanos. Pero carecen de empatía y se han creado artificialmente.

“La pregunta que Blade Runner plantea es si debemos otorgar el estatus de persona a las máquinas”, dice la doctora Anne Foerst, profesor asociada de ciencias informáticas en la Universidad de San Buenaventura, Nueva York.

Blade Runner va “más allá de” la cuestión de la inteligencia artificial utilizando la metáfora de la tecnología para explorar por qué la sociedad decide que ciertos grupos de personas son aceptables y otros no.

Hacer que robots inteligentes se adapten a las reglas morales es un área latente de debate e investigación, dice Allen.

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