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¿Se nace o se hace?: la escuela que enseña a convertirse en estrella del pop coreano

Para convertirse en una estrella del K-pop, el género musical tan popular en Corea del Sur que tiene enorme éxito en Asia, hay que estudiar, y mucho.

Limanol Adams, estudiante de la escuela de K-pop, posa junto a figuras de cartón de sus ídolos, la banda juvenil EXO. (MISHA FRIEDMAN/PRI)

Limanol Adams, estudiante de la escuela de K-pop, posa junto a figuras de cartón de sus ídolos, la banda juvenil EXO. (MISHA FRIEDMAN/PRI)

Es por eso que en Nueva York abrió sus puertas hace dos años el centro de entrenamiento Born Star, una cadena fundada en Corea del Sur en 2008 por una celebridad del pop coreano, Tae Won Kim, famoso guitarrista y productor de una banda llamada Boohwal.

Sophie Choi, la directora de Born Star, estudiaba actuación en el centro hace tan solo un año. Pero ahora está encargada de la gerencia del lugar.

“Estoy aquí cuidando a los chicos”, comenta.

Pero a diferencia de Choi, quien es coreana-estadounidense, muchos de estos jóvenes no han puesto un pie en Seúl.

Según Choi, la mitad de sus estudiantes no son surcoreanos.

Un ejemplo es Limanol Adams, quien nació en República Dominicana y se enamoró del K-pop y de las telenovelas surcoreanas que veía cuando era niño.

“Me encantaba como combinaban la música, el baile, el canto, la moda, cosas que amo”, dice.

Se mudó a Nueva York hace un año y consiguió un empleo en Caffebene, una cadena de cafés coreanos. Ahí fue donde vio un afiche del instituto Born Star.

“Todos aquí quieren ser músicos, aman cantar, bailar, aman el K-pop y la música en general”, dijo. “Así que no vemos nuestras diferencias, vemos las cosas que tenemos en común”.

Es realmente como las Naciones Unidas del K-pop. El centro educativo incluso formó su propia agrupación musical internacional femenina, BSG.

Julie Yang, miembro de 16 años de BSG, es de Taiwán. “Represento a los chinos. Luego está Priscilla representando a los hispanos, Sophie a los coreanos, Gigi es italiana y Nico, la líder del grupo, es afroestadounidense”.

Horas de práctica

Yang dice que el grupo ensaya cada día. Y todas están aprendiendo coreano también.

“Ese es mi mayor reto porque mi coreano es horrible”, dice Yang.

Aprender el idioma forma parte del entrenamiento que ofrece Born Star, uno de los aspectos que conforman el concepto de “paquete completo” de estrella del K-pop.

Eso mismo atrajo a Priscilla Gomez, de 20 años, a mudarse a Nueva York desde Phoenix (Arizona).

“Siempre quise ser cantante…pero cuando supe sobre cómo era el aprendizaje en la industria coreana, el sistema de entrenamiento y cuán duro era…quería ser parte de eso”, dice.

Sin embargo, el sistema de agencia de talentos que apoyan escuelas como esta —organizando audiciones para estudiantes y sirviendo de filtro para nuevos reclutamientos—ha sido objeto de duras críticas.

Los que aspiran a ser artistas, algunos niños de hasta 7 años, deben entrenar durante varias horas al día, firmar contratos por 10 años y renunciar a mucha de su libertad personal.

La presión de tener el estilo digno de un videoclip de K-pop también ha llevado a la práctica de un procedimiento médico llamado popularmente “combo K-pop”, que consiste en una doble cirugía del párpado que cambia la forma de los ojos y los hace ver más grandes y redondos.

Pero, ¿qué piensa Gómez de todo esto?

“Creo que antes de criticarlo hay que intentar entenderlo y tratar de experimentarlo”, señaló.

“A veces estoy aquí hasta las 11 o 12 de la noche todavía entrenando…el resultado es que puedes cantar, puedes bailar, puedes actuar y adquieres una habilidad que inspira a los demás. No quiero decir que es perfecto, porque nadie lo es, pero es casi perfecto para mí”.

No se nace, se hace

Es gracioso porque cuando lo pensé, me di cuenta de que los estadounidenses no sienten atracción hacia las estrellas del pop “perfectas”.

Nuestros ídolos pop no están “desarrollados”, han sido “descubiertos”.

Pero en Corea del Sur, el número de años que invierte una estrella del pop en entrenamiento es un motivo de orgullo. Mientras más tiempo, mejor.

Y el sistema de formación en sí mismo es un reflejo de la creencia nacional profundamente arraigada en el poder de la educación.

Esta idea consiste en que todo se puede aprender, inclusive cómo ser un ídolo pop coreano, así no se haya nacido allí.
“Tratamos de hacer que sea posible”, dijo Sophie Choi.

“Creo que ese es nuestro trabajo. No podemos decirle a alguien: 'Oh, es que no naciste con el talento, no puedes hacerlo'. Más bien les decimos: '¿Por qué no intentarlo a ver si puedes lograrlo?' Se trata de cuán duro trabajen para ello”.

En otras palabras, no hay que dejar que las palabras “Born Star” (“Nació hecha una estrella”) te engañen.

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