Vida

Consejos para apagar una sartén en llamas

Un pequeño descuido o distracción en la cocina puede significar una tragedia en esta temporada de fin de año, cuando se suele preparar gran cantidad de alimentos y hacer otras actividades al mismo tiempo.

Si el sartén prende fuego, nunca echarle agua.

Si el sartén prende fuego, nunca echarle agua.

Hay personas que ponen la sartén con aceite a calentar y luego, por una llamada telefónica, por ejemplo, lo dejan en la estufa y al regresar se llevan la sopresa de que la sartén está ardiendo.

En estos casos, resultan muy útiles los detectores de incendios. Si no se tiene alguno instalado en casa, el olor de la sartén lo delatará. El problema es que este descuido puede ser el inicio de un incendio, según el sitio abc.es

Para evitar que la situación se complique, el equipo de Bomberos de Alcorcón, en España, recomienda, en primer lugar, mantener la calma. “Es lo primero y muy importante”, reseña Carlos Novillo, Oficial Jefe del Servicio de Bomberos y Protección Civil del Ayuntamiento de Alcorcón y Presidente de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB).

“Inmediatamente, tenemos que tomar uno de los paños que que se tienen en la cocina y humedecerlo rápidamente bajo el grifo”, explica. A continuación, escurrir bien el trapo. De lo contrario, se puede empeorar la situación pues el aceite reacciona de una manera muy violenta con el agua.

Se toma el paño humedecido con los picos extendidos hacia dentro, de tal manera que la tela caiga hacia el exterior para cubrirse los antebrazos, puntualiza Novillo. Entonces, con decisión, se echa el trapo sobre la sartén ardiendo y la alejamos del fuego. Por último, desconectar la cocina, ya sea de gas o vitrocerámica.

“Este es el metodo de extinción más eficaz”, apunta el bombero. “Nunca echar agua porque vamos a producir una reacción muy violenta pues esta, al pasar a estado de vapor, empuja al aceite al exterior de la sartén, provocando una gran llamarada o incluso un incendio”, asegura.

Si la sartén arde:

Tomar un paño: mojarlo bajo el grifo y escúrrelo bien.

Protegerse: con el paño protegerse los antebrazos, echarlo sobre la sartén ardiendo.

Desconectar: apartar la sartén del fuego y desconectar la estufa, ya sea de luz o gas.

Agua: nunca echar agua para apagar el fuego. Se conseguirá el efecto contrario.

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