HORRORES IDIOMÁTICOS Y ALGO MÁS

Confeti

MARÍA DEL ROSARIO MOLINA

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Hay un poco de todo en esta columna, por eso se titula “confeti”.

El confeti (del latín confeti, confites) es, según el DRAE: “Conjunto de pedacitos de papel de varios colores, recortados en varias formas, que se arrojan las personas unas a otras en los días de carnaval y, en general, en cualquier otra celebración festiva.|| Cada uno de los pedacitos que forman el confeti”. Porque esta columna abarca diversos temas, en respuesta a las preguntas y comentarios de mis lectores, la he nombrado así.

Uno de los comentarios que más recibo es la crítica a que la nueva Ortografía de la RAE y la ASALE haya suprimido la tilde de “solo” cuando equivale a “solamente”. “Aunque la palabra sea bisílaba, grave y terminada en vocal, por lo que según las normas de acentuación castellana no debe tildarse, considero que se debió haber mantenido la tilde diacrítica para evitar confusiones”, me escribe un lector. “¿Cómo va a saber usted —pregunta— si le dicen: ‘El chico viajó solo a España’ si se fue solo él, sin compañía o si solamente fue a ese país?”. Agrega que seguirá tildando la palabra y que así lo harán miles de personas más. Otros protestan porque por la misma norma ya no se usa tilde cuando los pronombres demostrativos “esa/e, esta/e, aquel/la” funcionan como sustantivos. Antes se escribía: “No me gusta esta muñeca”, pero: “Sí me gusta mucho ésta”. Ahora se escribe: “Sí me gusta mucho esta”.


Me pregunta otro lector si es correcto decir. “Han imprimido ya los libros” o si debe ser “han impreso ya los libros”. En los casos de doble participio, como este, el participio regular se usa generalmente con el verbo auxiliar haber en las formas compuestas y desde luego es adecuado, aunque también puede usarse “impreso”. “El libro fue impreso en Guatemala”. 
De “bendecido” y “bendito” no sucede otro tanto: Lo indicado es “el sacerdote ha bendecido el pan y el vino” y no debe usarse: “El sacerdote ha bendito el pan…”. En ese caso, como en “corrompido” y “corrupto”, solamente el participio regular puede usarse: “El poder ha corrompido a más de un gobernante” no puede cambiarse por “el poder ha corrupto a más…”. Los participios irregulares se utilizan más como adjetivos: “El hombre corrupto…”; “los huevos fritos…”; “El libro impreso…”; “el arte abstracto” (“abstraído” —el participio regular— estará el artista en su trabajo); “el criminal confeso…”; “el maldito violador”.

No podía faltar un comentario de Titivillus: el diablillo medieval que anda a caza de gazapatones: —¿Has notado- me dijo— que en la última edición del DRAE siguen un par de redundancias de ediciones anteriores, y esta es de antología: “lechigada: Conjunto de animales que han nacido de un parto y se crían juntos en el mismo sitio”. Si se crían juntos es porque están en el mismo sitio; no pueden criarse juntos en sitios diferentes. ¿O sí?—. Le respondí: Titivillus, “no te metas en camisa de once varas”.

 selene1955@yahoo.com

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