Escenario

El inspector va en busca de sonrisas

La Lumbre Comunidad Teatral, bajo la dirección de Flora Méndez, presenta la comedia El inspector, del dramaturgo ruso Nikolái Gógol, en el Teatro Nacional.

La Lumbre Comunidad Teatral asegura que cualquier parecido con la realidad es coincidencia. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)

La Lumbre Comunidad Teatral asegura que cualquier parecido con la realidad es coincidencia. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)

A lo mejor Gógol nunca se imaginó que su obra se presentaría en Guatemala 179 años luego de su publicación; sin embargo, la compañía la lleva a escena para retratar, en una parodia, la corrupción en la sociedad.

“Para nosotros fue una sorpresa que ahora que se habla de transparencia y de corrupción El inspector salte del pasado y sea casi una copia de lo que pasamos como país”, dice Méndez.

El montaje de Méndez será la obra completa que realizó Gógol en el año de su estreno —1836—, pero con unas pequeñas adaptaciones. “Con nuestro particular estilo, reproducimos la obra y le colocamos picardía, humor y contexto guatemalteco”, agrega la directora.

El elenco

El elenco lo integran Iván Martínez, Migdalia Ruiz, Adolfo Portillo, Flor de María Murga, Elmer Bautista, Sofía Argueta, Débora Lorenzana, David Bravo y Esteban López.

“Con este grupo unimos el talento con la experiencia, la frescura con la calidad. Es una obra, que si se parece en algún momento a la realidad, juramos que solo es coincidencia”, dice, entre risas, Méndez.

El montaje

El inspector, escrita por Gógol, es una comedia de errores sobre la codicia humana. Retrata con ironía la estupidez, la banalidad y la corrupción política de la Rusia Imperial de esa época y por ende de todos los tiempos. La tensión comienza cuando llega la noticia de que un inspector visitará el lugar.

La obra se revisó en 1842.

El autor

Nikolái Gógol nació el 1 de abril de 1809 en Gubernia de Poltava —actualmente Ucrania—. A los 19 años se trasladó a San Petersburgo para intentar, sin éxito, labrarse un futuro como burócrata de la administración zarista.

En 1831 se incorporó como profesor de historia.

En 1836 publicó El inspector, que obligó al escritor a abandonar temporalmente el país. Se instaló en Roma, y en 1842 escribió buena parte de su obra más importante.

Una profunda crisis espiritual lo llevó en 1848 a peregrinar a Jerusalén.

En su publicación Fragmentos escogidos de la correspondencia con los amigos (1847) defiende la religión ortodoxa. Falleció el 4 de marzo de 1852.

La obra

  • El inspector   subirá a escena en el Teatro de Cámara del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, 24 calle 3-81, zona 1. Admisión: Q70.
  • Se presentará    los viernes y sábado a las 20 horas, y los domingos, a las 17 horas.
  • La temporada  finaliza el 16 de agosto.

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