¿Qué representa para usted ser embajador de la danza latinoamericana?
Me da mucho placer y siempre trato de ayudar a los bailarines latinos y me da satisfacción cuando sale uno nuevo. Me gustaría ayudar más y que cada país latino tenga una compañía del nivel de esta, y que los gobiernos y empresas privadas apoyen el arte.
¿Alguna vez lo invadió la nostalgia de volver al escenario (se retiró en el 2007)?
Para nada, la verdad estoy muy feliz en el lugar donde estoy, disfruto cuando se levanta el telón y se cierra, y ver lo que los bailarines han hecho. Me siento feliz donde estoy.
Ahora en el papel de director, ¿cuáles son sus retos tras bambalinas?
El mayor, es entender a la juventud, tratar de acomodarme a los nuevos tiempos. Como maestros debemos abrir la cabeza y aprender cosas nuevas para caminar junto a la gente joven y tratar de guiarlos.
El ballet que dirige es joven (bailarines entre 18 y 26 años).
¿Cómo logra que cada quien conserve su personalidad?
Trato de transmitir las experiencias que viví, pero siempre les digo que busquen lo que ellos sienten, su propio personaje, el cual deben interpretar.
Para muchos es una utopía vivir del arte, ¿cómo lo ha logrado usted?
Como en cualquier profesión, hay que trabajar (ríe). En nuestro caso (bailarines) es peor, porque termina muy rápido, y hay que saber que después de los 40 años tenemos —primero— que buscar algo más para seguir viviendo, y después tenemos suerte de elegir otras áreas para poder hacerlo.
¿Cuáles serían los retos para las compañías latinoamericanas?
Tener disciplina, constancia, trabajar por lo que amamos, y se puede lograr, nosotros lo conseguimos.
¿Cómo el arte, la danza, puede contribuir al cambio social?
Creo que la danza es un arte que comunica, y tiene que ir de la mano con la educación para que los países se desarrollen.
¿Qué le falta por alcanzar?
Uno de mis sueños es que en Latinoamérica tengamos escuelas educativas donde los niños puedan estudiar y al mismo tiempo cultivar el arte.
Presentación
El Ballet Nacional del Uruguay, bajo la dirección del maestro Julio Bocca, se presenta hoy, a las 18 horas, en el Auditorio Juan Bautista Gutiérrez de la Universidad Francisco Marroquín. El programa incluye danza clásica, contemporánea y moderna. Boletos, Q300 y 450.