Escenario

Carmen Matute: “La poesía me inunda y me apasiona”

De la pluma de la escritora Carmen Matute han salido versos llenos de amor, pasión y fuerza, los cuales le han valido el Premio Nacional de Literatura de este año, según lo dictaminó la semana pasada el Ministerio de Cultura y Deportes.

Carmen Matute muestra su reciente poemario, Memoria intemporal del fuego. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)

Carmen Matute muestra su reciente poemario, Memoria intemporal del fuego. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)

“Aún no lo termino de creer, porque las mentes más privilegiadas de la literatura de este país han tenido este honor; ahora no sé cómo tomarlo. Que me hayan tomado en cuenta para formar parte de ese digno listado es increíble”, comenta Matute, emocionada aún por el anuncio.

La escritora también es poeta, cuentista y académica. Por más de 50 años ha dedicado su vida a las letras. “En mi niñez fui una lectora precoz, pero no porque quisiera que fuera así. Mi madre me mandó junto a mis hermanos a la escuela cercana porque ya no nos aguantaba en la casa. Desde esa fecha amo los libros”, recuerda sonriente.

“Mis hermanos estudiaron psicología y yo quería seguir sus pasos, pero ellos me aconsejaron evaluar la carrera de Letras. Estuve un año en el área común de la universidad y supe que ese era mi camino. En la universidad conocí a Margarita Carrera y a Luz Méndez de la Vega, quienes me guiaron en mis primeros intentos literarios. Realmente a ellas les agradezco mucho”, explica la escritora.

Usted es la quinta mujer que recibe el premio (se han entregado 28 galardones). ¿Es una reivindicación para el trabajo literario femenino?

Lo tomo con gran humildad, y que otros encuentren valor en el trabajo que una hace es algo maravilloso. Es una gran responsabilidad. En la actualidad las jóvenes escritoras vienen con una gran fuerza y el movimiento literario está dando muchos frutos. En un futuro las escritoras tomarán la estafeta en el mundo de las letras. Seguro veremos más mujeres recibiendo este reconocimiento.

Carmen Matute. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)

¿Cómo toma la responsabilidad de ser el nuevo Premio Nacional de Literatura?

(Suspira) Parece que los demás ponen más atención en lo que uno representa, pero no solo en la literatura, sino como persona. Estar junto a Mario Monteforte Toledo, Luis Alfredo Arango, Augusto Monterroso… Este galardón es una carga de responsabilidad y un estímulo para una como escritora.

¿Se siente más poeta, narradora o académica?

Desde mi esencia soy más poeta. La poesía me inunda, me apasiona, rige mi vida, me da paz interior. Es vital.

¿Por qué es tan importante la poesía?

Esta rama literaria es un proceso tan diferente en las letras. Es de formación lenta y apela a lo más hondo que uno tiene. Luz Méndez decía que la poesía viene del subconsciente. Hay algo que se dispara dentro de uno. Es algo muy íntimo. Por ejemplo, cada uno de mis libros me ha tomado por lo menos cinco años escribirlo.

Carmen Matute. (Foto Prensa Libre: Ángel Elías)

¿El amor aún rige la poesía?

(Sonríe) Se mantiene. Tal vez toma otros caminos, sobre todo rutas muy ligadas a la sexualidad. En la actualidad parece que las jóvenes no quisieran ser cursis, que el amor se apodere de ellas y resalta entonces la relación física en lugar de la conexión espiritual. Debe existir una combinación para formar el erotismo. Es la parte noble de la intimidad.

¿Hay mundo para los poetas?

Siembre habrá universo para los dueños de la palabra.

Poeta, escritora y académica

La guatemalteca Carmen Matute tiene una extensa carrera literaria.
  • Carmen Matute nació en la Ciudad de Guatemala en 1944. Cursó sus estudios de licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericana en la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la década de 1970.
  • Entre sus libros de poesía publicados están: Vida Insobornable (Editorial Palo de Hormigo, 2004); En el filo del gozo (Editorial Palo de Hormigo, 2002); Casa de piedra y sueño (Editorial Cultura, Ministerio de Cultura y Deportes, 1997); Abalorios y Espejismos (Antología) (Editorial Artemis y Edinter, 1997); Los designios de Eros (Editorial Van Color, Guatemala, 1994); Ecos de casa vacía (Grupo RIN 78, 1990).
  • Recibió la medalla de la Orden Vicenta Laparra de la Cerda, que le entregó la Asociación Cultural Vicenta Laparra de la Cerda, en el 2007.
  • Ganó el premio único en la rama de cuento de los Juegos Florales Hispanoamericanos de Quetzaltenango, en el 2006.
  • Es miembro de número de la Academia Guatemalteca de la Lengua, correspondiente a la Real Academia Española.

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