HORRORES IDIOMÁTICOS Y ALGO MÁS

Migrantes, emigrantes e inmigrantes

MARÍA DEL ROSARIO MOLINA

|

Las aves migratorias viajan de un hemisferio a otro huyendo de los rigores del invierno y, gozando siempre del calor del Sol, van y vienen. Las personas que emigran, o migran, de un país a otro buscan el trabajo, la educación, la salud y la seguridad que no encuentran en el propio. No piensan en regresar, sino en establecerse por lo menos durante un buen tiempo en la tierra que ellas creen que las acogerá. Sin embargo, muchas veces las devuelven a su lugar de origen después de haber pasado mil infortunios para llegar al sitio anhelado. Son como las aves, migratorias, aunque en estas ese ir y venir es por instinto.

La migración de las aves me recuerda un cuento, El príncipe feliz, del gran escritor inglés Oscar Wilde: Una golondrina que migraba se aposentó a los pies de la estatua de un príncipe que en vida fue feliz. No obstante, como estatua cubierta de oro y piedras preciosas, el príncipe podía ver en su ciudad la miseria de la que vivo no se había percatado, y sufría. Le pidió a la golondrina que lo fuera despojando de su riqueza y la distribuyera entre esa gente antes ignorada. Cumpliendo esa faena, a la golondrina la sorprendió el invierno y sin su rico recubrimiento la estatua se tornó fea. Un día el alcalde y los concejales de la ciudad vieron la golondrina muerta y la efigie ruinosa. Fundieron esta última, excepto el corazón de plomo que resistió al fuego y lo tiraron junto con el ave a la basura. Por ese entonces el Creador le pidió a un ángel que buscara las cosas más hermosas de la ciudad, y el alado emisario regresó con el corazón de plomo y la golondrina muerta. —Me has traído lo más bello— le dijo el Señor al ángel, y aposentó para siempre a su lado esos valores preciosos.

Muchos de nuestros emigrantes son como las aves: migratorios. Llegaron y los regresaron. Persistentes volvieron a emprender el viaje y de nuevo fracasaron. La “migra” los detuvo. Otros “hispanos” han tenido mejor suerte, la misma que tuvieron en ese país de inmigrantes los que llegados de Europa formaron una gran nación y se quedaron para siempre. No puede decirse lo mismo de los afroamericanos. Sus antepasados fueron cazados o vendidos por caciques sin conciencia a los negreros. Llegaron como esclavos a los EE.UU. y sufrieron lo indecible. Tras la guerra de Secesión obtuvieron su libertad y tras las luchas de integración, encabezadas por Martin Luther King en pleno siglo XX, lograron ser ciudadanos con los derechos inherentes a su estatus.

Espero que haya quedado clara la diferencia entre el emigrante que se va de su país en busca de mejores horizontes y el inmigrante, llegado a una tierra con el ánimo de permanecer en ella y “formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas”. (DRAE). Migrante es un término nuevo y se refiere a emigrantes e inmigrantes.

selene1955@yahoo.com 

ESCRITO POR: