Escenario

Pinceladas de amor maternal

La figura de la madre es una de los más fuerte vínculos que existen en el ser humano.

Este martes se celebra en Guatemala el Día de la Madre y algunos artistas nacionales opinan de su relación con ese ser que les dio la vida y cómo ha influido en su personalidad y en su labor artística.

El día de la madre es una festividad que cada 10 de mayo recuerda la labor tan importante de la mamá en la sociedad guatemalteca. Es una fecha en la que se aprovecha para valorar el papel importante de ellas.

El  mundo del arte no es ajena a esta influencia, la mayoría de artistas, en menor o mayor medida tienen un recuerdo profundo de sus madres y la infancia.

Mariela Estrada


“Ella siempre está pendiente de mi trabajo”

Para la cuentacuentos, de la compañía Cuentos y Talentos,  Mariela Estrada, el apoyo de su madre, Yolanda Cabrera,  fue fundamental para su labor como artista. “Ella se siente muy orgullosa de lo que hago, siempre está pendiente de mi trabajo y platicamos mucho sobre ello”, indica Estrada, que ve en su mamá un ejemplo de superación en distintas facetas de su vida.

“Somos amigas, compartimos secretos y metas”, agrega. “Sí ella ve algo relacionado con mi carrera, como literatura infantil no duda en compartírmelo y  es hermoso”, finaliza.

Luis Díaz

“Fue un ejemplo para mí”

“Dona Lina —ya fallecida—  fue un gran ejemplo para mí, un apoyo”,  dice el artista visual Luis Díaz sobre su madre María Aldana Salguero. Éramos  siete hermanos y a todos nos protegía.  “A pesar de ser muy estricta tuvo un amor bastante grande para todos”, indica Díaz.

“Doña Lina hacía vestidos y muchas veces ni cobraba. A ella le debo la creatividad y la curiosidad, principalmente en la cocina. Me enseñó cómo escoger los buenos aguacates, por ejemplo —sonríe—. Fuimos grandes amigos que conversábamos de todo”, recuerda Díaz.

Mónica Sarmientos


“Ha sido admiradora de mi trabajo”

“Mi madre es mi mejor apoyo y gran admiradora de mi trabajo”, dice la violinista Mónica Sarmientos. “Matilde Roldán Salguero, mi mamá, me ha perseguido en muchos de mis conciertos. En algunos, a pesar de la distancia, me ha ido a buscar y escuchar”, añade Sarmientos. Para la intérprete, su madre es su confidente.

“Es una gran mujer, y lo tenía que ser para criarnos a nosotros. A la pareja que hizo junto a mi padre, Jorge  Sarmientos, le cae bien aquel pensamiento que dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer, ella es mi mamá”, dice Mónica Sarmientos.

Élmar René Rojas

“Nunca me ha desamparado”

Comprender el sacrificio que hace una madre por sus hijos es algo que se logra con el tiempo. Esa es la reflexión que hace el artista plástico Élmar René Rojas, sobre su madre María Dolores Azurdia —ya fallecida—. “Cuando estudiaba en Chimaltenango, llegaba los fines de semana para dejarme comida y ropa limpia.

Fue una persona que nunca me dejó desamparado”, indicia Rojas. Los padres de Rojas se separaron cuando él era un niño. “A pesar de ello, mi madre no dejó que esto me afectara. Fui, por ser el hijo pequeño, uno de los más protegidos por ella”, agrega.

Iunuhe de Gandarias


“Es un maravilloso apoyo en mi formación”

“Mi madre,  por su formación como maestra de educación musical para pequeños siempre tuvo melodías en la punta de la lengua”, dice la violinista e integrante del Cuarteto Asturias Iunuhe de Gandarias, cuya madre se llama Esther Leticia López.  Según la artista, ese fue el principal legado, el amor por la música.

“Siempre recuerdo canciones infantiles que nos cantaba. La canción de El chorrito, interpretado por Cri-Cri, es uno de los recuerdos más hermosos que tengo”, indica De Gandarias. Fue un maravilloso ejemplo y un apoyo importante para formarme como artista.

Arnoldo Gálvez Suárez


“Me leía poesía antes de dormir”

Maggie Penedo, la madre de escritor Arnoldo Gálvez, fue uno de los principales bastiones del escritor para acercarse a la literatura. “Desde pequeño recuerdo a mi madre leerme poesía antes de dormir, su pasión por las letras las transmitió en mí”, dice Gálvez. El escritor cree que su madre tuvo una fuerte influencia en su carrera como literato.

“No puedo recordar alguna noche sin que ella me estuviera leyendo. Tanto así, que luego me costaba mucho conciliar el sueño si no me leía un libro”, recuerda. Para el escritor el mundo de las letras comenzó en esas historias.

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