Escenario

Pintan los paisajes del país

El artista holandés Vincent Van Gogh (1853-1890) decía: “Sueño con pintar y luego pinto mis sueños”, cuando se refería a su talento para interpretar su realidad y plasmarla en los lienzos.

El talento pictórico se nota en el trabajo de los artistas de la provincia. (Foto Prensa Libre: Ángel Julajuj)

El talento pictórico se nota en el trabajo de los artistas de la provincia. (Foto Prensa Libre: Ángel Julajuj)

En Guatemala, los artistas visuales en los departamentos tienen los mismos sueños y un talento especial para plasmar los paisajes, las tradiciones y transmitir con colores de la cotidianidad de los pueblos.

En esta edición se incluye el trabajo de algunos artistas de la provincia —de tres departamentos—, que han destacado por el arte que hacen con los pinceles. Ellos son: José Molina Salazar, Marvin Vásquez (Quetzaltenango); Jaime Reyes, Eladio Bal (San Juan Comalapa, Chimaltenango) y Manuel Hi (San Pedro La Laguna, Sololá), quienes comparten sus historias y cuentan cómo la pintura complementó sus vidas.

La cotidianidad de altiplano

Jaime René Reyes Calel, de 43 años, es un artista de San Juan Comalapa, Chimaltenango, que ha dedicado 18 años  de su vida a la pintura.
Con sus obras   plasma la riqueza cultural y natural de Guatemala. “Quiero hacer una denuncia ante la contaminación y destrucción que el hombre le hace a la Tierra”, expresa.
Sus piezas tienen mensajes que  contribuyen a mantener vivas las costumbres y tradiciones de los pueblos. “También busco que la gente tome conciencia de la agonía que sufre la naturaleza  ante la destrucción que genera el hombre”, comenta.
Reyes comenzó en el arte de la pintura después de sufrir un accidente en el que se fracturó la cadera. “Practiqué la fotografía durante 20 años, pero este negocio cayó poco a poco. El arte me reconstruyó”, indica.
Reyes es uno de los pioneros en dibujo y pintura en lienzos de pana. “Uso escobillas, pinceles y espátulas. Me gusta pintar rostros de  indígenas y paisajes”, dice.
Por José Rosales

El surrealismo del color

A los 9 años, el quetzalteco José Molina Salazar pintó su primer cuadro, ahora tiene 35 años y su pasión por el arte va en aumento.
“Siempre he pintado, lo he hecho desde que tengo memoria, la pintura es mi vida”, asegura el artista,  quien recuerda que todo empezó cuando, mientras estaba en las aulas,  dejaba de poner atención en las clases para hacer dibujos en los cuadernos.
Molina ha participado en varias muestras de arte colectivas de Xela y la capital.  Sus cuadros han sido expuestos en galerías  en Argentina, Noruega, México y España.
Su arte se basa en el surrealismo y cubismo. Como artista gusta también de las instalaciones urbanas, la más reciente fue en Quetzaltenango, Paisaje Consumista, con la que buscaba hacer conciencia sobre el uso de las bolsas de plástico y la contaminación al medioambiente.
Actualmente prepara una muestra  de 50 piezas  en  arte abstracto que  se llamará  Un viaje adentro de los abstractos.
Por María José Longo

Trazos altenses

Marvin Vásquez García, de 49 años, es un pintor quetzalteco que se enfoca en los pueblos indígenas, los paisajes  y el Centro Histórico de Xela.  A los 8 años de edad  nació su pasión por la  pintura cuando estudiaba primaria y  una maestra identificó su talento y le pagó un curso de arte. Siete años después  creó formalmente su primera obra.
“Me llamó la atención la pintura porque a través  del color plasmamos   sentimientos. Para crear mis piezas utilizo principalmente la acuarela, el lápiz y el bolígrafo”, añade.
Mis cuadros tienen influencia del realismo y   del surrealismo (movimiento que busca trascender lo real a partir de lo imaginario e irracional).   Vásquez ha expuesto en el Centro Cultural Efraín Recinos, en la capital,  y en Casa No’j, en Xela.
Sus cuadros han sido comprados por personas de Ecuador, Estados Unidos y España.

Por María José Longo

Pintor costumbrista

Eladio Bal Chalí es un artista comalapense que se dedica a la pintura desde 1992. “Aprendí el arte de la pintura  observando a los artistas más experimentados   de este municipio. Siempre tuve  la habilidad de dibujar y pintar. Desde niño lo he ido cultivando”, dice.
En el municipio de San Juan Comalapa existen más de 500  pintores con su estilo propio, pero Bal ha logrado tener una particular forma de interpretar el mundo. “Uso el óleo sobre tela, aunque  también utilizo pintura sobre madera y barro”, agrega.
La obra de Bal se ha expuesto en  Suecia y Noruega. “Quiero que se conozca la riqueza cultural y natural que existe en Guatemala, sus costumbres,  tradiciones y principalmente a la gente, a través de mis piezas.
Para Bal la pintura es parte de su ser.  “Por esta  he logrado todo lo que tengo y conocer lugares donde no imaginé  haber llegado”, dice.
Por José Rosales

El poeta del lago de Atitlán

El pintor Manuel Hi González es uno de los talentos de San Pedro la Laguna, Sololá, cuyo  arte se ha exhibido en varias galerías del país.
González comenzó en la pintura a los  12 años de edad. “Es  algo que me gustó cuando estudiaba la primaria, me apasionaba pintar”, relata. Años después aprendió técnicas para pintar, conocimiento que ha repercutido para que sea catalogado como un destacado artista visual de su municipio.
Con el tiempo y gracias a su esfuerzo, dedicación y objetivos claros, comenzó un negocio formal; se trata de una galería que logró abrir a los 18 años de edad.
Entre las técnicas de Hi González destaca el óleo con espátula.
Sus corrientes están influenciadas por el  tema abstracto, primitivista, realista, paisaje, cultura, ecología y  cubismo.
La pintura significa para el artista un campo muy fuerte y de contenido porque a través del arte lleva expresiones de la realidad del departamento. “Es un trabajo sagrado, todo se puede expresar  través del arte”, indica.
Turistas que vienen de  Europa, América del Norte, Israel y África, han adquirido sus piezas.
Por Ángel Julajuj

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