Escenario

Se cumplen 240 años del traslado de la ciudad

Como consecuencia de los terremotos del 29 de julio de 1773, que dejaron derruida a Santiago de Guatemala, en el Valle de Panchoy, el presidente de la Real Audiencia Martín de Mayorga  decidió trasladar la ciudad al pueblo La Asunción del Valle de la Ermita, y le dio al lugar el distintivo de asentamiento provisorio.

Se tomaron en cuenta ciertas disposiciones para elegir el valle adecuado para el traslado de la capital, en 1776. (Ilustración Prensa Libre: Kevin Ramírez)

Se tomaron en cuenta ciertas disposiciones para elegir el valle adecuado para el traslado de la capital, en 1776. (Ilustración Prensa Libre: Kevin Ramírez)

Al momento del traslado, el pueblo —que se encontraba en los alrededores de la actual Parroquia de la Santa Cruz, zona 6— tenía unos tres mil habitantes, explica el historiador Carlos Prahl, en su obra El escudo de armas de la ciudad de Guatemala.

La sociedad se dividía en terronistas —Iglesia y Ayuntamiento—, quienes se oponían al traslado,  impulsado por los traslacionistas, encabezados por De Mayorga, quien emprendió el camino al cuarto asentamiento de la capital del Reino de Guatemala, refiere el cronista de la Ciudad, Miguel Álvarez.

El 2 de enero de 1776, se instaló en ese sitio el Ayuntamiento  en un rancho que era propiedad de Francisco García y que se ubicaba frente a la plaza de la iglesia de la Ermita, que luego fue sede de la Capitanía General.

La estructura urbana preexistente  permitió una ocupación temporal en el actual barrio La Parroquia, mientras se trazaban y construían las primeras instalaciones y edificaciones, lo que tomó alrededor de 20 años. La metrópoli ocupaba el actual Centro Histórico: de la 1ª. a la 18 calle y de la 1ª. a la 12 avenidas de la zona 1.

Orígenes

Antes del traslado, en el Valle de la Ermita existían lugares, llanos, parajes, ríos y quebradas que tenían nombres como El Incienso, Piedra Parada, El Naranjo, El Rodeo, Ranchos Viejos, El Zapote, La Culebra, La barranca del sordo o El rincón de Aldana.

El capitán Antonio de Marín se encargó de investigar los valles adecuados para instalar la nueva capital, entre ellos, el de Jumay, en Jalapa, los llanos de Chimaltenango y el de la Ermita.

Se decidió asentar la ciudad en este último, al tomar en cuenta, entre otras cualidades, la relativa distancia de los volcanes, a los que se les atribuían fenómenos telúricos, los recursos hídricos de los ríos Las Vacas, Mixco y Pinula, el suelo fértil, los moderados vientos, el excepcional clima templado la mayor parte del año, el cinturón protector de los barrancos y las salidas fáciles hacia los grandes mares, según refiere el libro La Nueva Guatemala de la Asunción. 230 años de historia.

Además, estaba cercano al Valle de Panchoy, pero más extenso, con sus 30 leguas, en vez de ocho.

Aunque en 1776 el nombre de la capital se cambió por el de Nueva Guatemala de la Asunción, no perdió su antigüedad, continuidad histórica o armas, puesto que seguía siendo Santiago de Guatemala, sede de las autoridades de Gobierno, de la Iglesia y del Ayuntamiento. No se trató de una nueva fundación, sino de su tercer traslado.

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ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.