Vida

Gaultier y Valentino brillaron en París

La mujeres convertidas en mariposa de una colección sexi que deslumbró a los admiradores de Jean Paul Gaultier y el universo refinado y onírico de Valentino dominaron el miércoles las pasarelas de la alta costura primavera-verano en París.

Jean Paul Gaultier convirtió a la mujer en mariposa

Jean Paul Gaultier convirtió a la mujer en mariposa

El diseñador francés dio rienda suelta a la fantasía y a la imaginación para una colección que transformó a la mujer en mariposa, y viceversa. “¿Se mariposea mucho conmigo, no? en Francia se flirtea mucho”  bromeó Gaultier.

Con él, hasta la novia es una showgirl que desfila ligera de equipaje. Su velo recubre un enorme penacho de plumas blancas. “Las monjas todavía no pueden casarse”, acota el creador de 61 años, que los franceses siguen llamando con cariño el enfant terrible de la moda.

Fueron 46 modelos, tan variados como la vida o las mariposas de la naturaleza, desfilaron por la pasarela de Gaultier donde se dieron cita admiradores, fashionistas y famosos, incluyendo en primera fila a la actriz Catherine Deneuve que halló el espectáculo “bellísimo, muy parisino”.

Mariposas las hubo de todos los colores y formas, pero la que desató una salva de aplausos fue la modelo erótica y actriz estadounidense de cabello negro y blanca piel Dita Von Teese en corsé turquesa como las alas de las morpho mexicanas, enmarcadas en terciopelo negro.

El creador anunció que la exposición itinerante El planeta moda de Jean Paul Gaultier, de la calle a las estrellas, ya presentada en varias ciudades del mundo, estará en el Grand Palais de París durante cuatro meses, a partir de abril del 2015.

El universo onírico de Valentino

Con Valentino, la alta costura cobra todo su sentido. Fueron necesarias dos mil 500 horas de taller para realizar un tapado decorado con vegetales y animales, precisa una nota entregada a los invitados. Y 550 horas para colocar plumas en otro modelo.

Los dos creadores Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli imaginaron nuevamente un universo onírico, encantador. Vestidos en tul transparentes hacen pensar en una bailarina. Uno tiene bordada una serpiente, que demandó 350 horas de trabajo.

Otro, largo, que se llama “El jardín de Edén” también está hecho de tul con Adán y Eva en su Paraíso bordados con hilo dorado. En el modelo siguiente, aparece un tigre en un tapado de cachemira gris.

La casa italiana propuso además vestidos más sobrios que dejan libertad de movimiento al cuerpo, aunque sugieren sus formas, con cierta desnudez en la espalda.

El gris y el beige dominaron la colección Valentino, destinada a una mujer con espíritu cambiante, según los creadores. Pero una mujer cerebral y deseosa de prendas muy refinadas.

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