Moda y Estilo

Los estilistas, ángeles de la guarda de Hollywood

Las celebridades que buscan conquistar la lista de los más elegantes y ser el centro de atención de las pasarelas de los eventos, recurren a un ejército de estilistas que son los encargados de poner a las estrellas frente a las cámaras.

La actriz  estadounidense Gina Rodríguez recoge el galardón a la Mejor actriz de comedia por su papel en la serie de televisión Jane the Virgin durante la 72 edición de los Globos de Oro 2015, ella al igual que muchos actores  lucen impecables en el escenario, pero atrás de ellos hay un equipo de estilistas y asesores de imagen que brindan el apoyo. (Foto Prensa Libre EFE)

La actriz estadounidense Gina Rodríguez recoge el galardón a la Mejor actriz de comedia por su papel en la serie de televisión Jane the Virgin durante la 72 edición de los Globos de Oro 2015, ella al igual que muchos actores lucen impecables en el escenario, pero atrás de ellos hay un equipo de estilistas y asesores de imagen que brindan el apoyo. (Foto Prensa Libre EFE)

La meca del cine no solo vende películas, sino también moda y clase. Las actrices que despuntan son encumbradas como iconos de estilo, y su aparición en revistas y blogs especializados, pueden lograr que su imagen sea una constante también en las carteleras.

En Hollywood, los que viven de vestir celebridades, ganan influencia y son portada de revistas junto a los famosos que asesoran, además de tener sus ránkings particulares de influencia, como el de la revista The Hollywood Reporter, que analiza los veinticinco estilistas más influyentes de la meca del cine.

Algunos de estos profesionales incluso eclipsan a sus estrellas, como es el caso de Rachel Zoe: la asesora de estrellas como Sofía Vergara o Jennifer Lawrence tiene su programa de telerrealidad y sus seguidores en las redes sociales se cuentan por millones.

Autores intelectuales

Tras los estilismos que arrasan, hay un cerebro generalmente de mujer: “El trabajo de estilista ha sido siempre femenino porque viene del mundo editorial de las revistas de moda, en las cuáles siempre ha sido un staff de mujeres, aunque hay cada vez más hombres” , señaló Blanca de Hoz, estilista.

De los 25 estilistas más influyentes, solo hay cinco masculinos: Brandon Maxwell por vestir a Lady Gaga; Joseph Casell por las prendas que luce Taylor Swift; Rob Zangardi por los estilismos de Jennifer Lopez; Jason Rembert por los atrevidos “looks” de Rita Ora y Ryan Hastings por el estilo más conservador de Jennifer Aniston.

Petra Flannery, considerada la estilista más influyente, consiguió que Emma Stone llegará al número uno de la lista con un mono de Lavin que lució en la última gala de los Globos de Oro.

Flannery, que también viste a Amy Adams, Mila Kunis o Andrew Garfield, “tiene un ojo certero para asesorar a sus estrellas con los hits de las pasarelas” , opina De la Hoz sobre la americana.

Más allá del maquillaje

A Flannery, la siguen en el podium de la lista la joven Leslie Fremar, por los vestidos de Julianne Moore, y el dúo formado por Karla Welch y Kemal Harris por los estilismos, con el pantalón como protagonista, de la actriz de House of Cards Robin Wright.

Las actrices son las que centran la mayoría de los flashes, pero algunos hombres han despuntado lo suficiente para que sus estilistas se ganen un puesto en la lista.

Como la moda no es una ciencia, también hay voces que discrepan: “Me suelen divertir los looks de Jared Leto pero en esa ocasión con el traje azul pastel de la gala de los óscar 201, le encontré bastante poco favorecido, resultaba un tanto vulgar el total look” , opina De la Hoz.

Pasan de moda

Además, señala que hay patrones que se repiten hasta la saciedad como “los largos imposibles que arrastran por el suelo, los escotes vertiginosos, los brillos exagerados a costa de resultar muchas veces ridículos o los vestidos de escote palabra de honor y rectos tipo columna con joyas de valor incalculable”, enfatiza.

La estilista considera que lo importante es encontrar las prendas perfecto para la ocasión, la medida del cuerpo y el estilo de la actriz: no hay que disfrazar, sino vestir.

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