Versace convirtió la pasarela en un desfile militar. Para la próxima temporada fría, Donatella Versace propone el concepto de una mujer sexy y fuerte, inspirandose en el universo militar.

Las prendas son cortas y ajustadas al cuerpo y los colores: azul de Prusia, rojo, negro y blanco optativo. Las botas forman parte del conjunto. Son de gamuza con figuras perforadas o tipo botines con correas. A esto se añaden abundantes decoraciones metálicas o doradas.

Hombreras con flecos o trenzas tipo húsar (soldado húngaro), en la parte delantera de un vestido, y para cerrar una chaqueta la propuestas es doble hilera de botones de latón. Los detalles militares abundan en la colección Versace.

La colección de Veronica Etro se centra en las telas que la han hecho famosa con estampados y texturas de una riqueza inigualable, provenientes de las regiones más remotas de la ruta de la seda.

La diseñadora inventa una alta costura folk, inspirada en los desiertos de Turkmenistán, pasando por Uzbekistán y las estepas de Kazajstán, hasta llegar a Mongolia.  Abrigos de piel o de lana y vestidos decorados con cordones, borlas, galones, listones, flecos, soutache, cintas y bordados. Estampados florales que incorporan el famoso Paisley o cachemir, el emblema de la marca, se superponen en diseños étnicos en tonos rojizos cálidos.

Para su línea joven, Giorgio Armani esboza diseños para una mujer relajada y vanguardista. Con enormes sombreros que casi tapan la mirada y calcetines cortos negros, las mujeres caminaron en la pasarela con mocasines bicolores o zapatos de charol con cordón.

Complementa la colección trajes chaqueta amplios, pantalones a la altura del tobillo, con detalles como corbatas, que dan un aire masculino a la mujer imaginada por Emporio Armani.