Vida

Los papás primerizos también suelen tener temores y ansiedad

La llegada del primer bebé representa uno de los acontecimientos más significativos para el padre. La aventura inicia desde el momento en que se desea ser padre y estar presente en la vida del retoño.

El padre que está pendiente de su hijo desde el embarazo crea un mejor vínculo con él para toda la vida. (Foto Prensa Libre: Archivo)

El padre que está pendiente de su hijo desde el embarazo crea un mejor vínculo con él para toda la vida. (Foto Prensa Libre: Archivo)

CIUDAD DE GUATEMALA – La entrega, compromiso, responsabilidad y disposición será mayor desde que se involucra en la espera del hijo, planificación de su futuro y compromiso por estar presente cada día para él, explica Rita Polo de Ponciano, psicóloga clínica en orientación familiar y psicoterapia personalista.

Es importante que la pareja se apoye emocionalmente y dialogue acerca del embarazo, pongan en común sus deseos y expectativas y resuelvan incertidumbres e inseguridades con el apoyo de especialistas, refiere la psicóloga María José Gálvez.

LA NOTICIA DE SER PAPÁ
Conlleva una serie de emociones y sentimientos, como alegría, orgullo y plenitud, pero también temor y agobio. A ello se le suma el miedo sobre la salud física del bebé, cómo debe educarlo, los ajustes en sus finanzas y si realizará satisfactoriamente su rol, dice Gálvez. Por ello, es importante informarse sobre todo lo relacionado con la gestación, nacimiento y crecimiento de los niños, para que los padres primerizos calmen su ansiedad, explica Gálvez.

También es enriquecedor relacionarse con otros padres, para que le compartan sus experiencias y así valorar la paternidad. Tiene que darse cuenta de que no está solo y de que hay mucha gente que lo puede apoyar, incluso desde el punto de vista económico. “Algunos hombres sufren de náuseas o vómitos, pero esto se debe a la ansiedad y preocupación por el cambio de vida”, asevera el ginecólogo Rogelio Arévalo.

El hombre debe recordar que la paternidad se aprende en el diario vivir, puntualiza Gálvez.

“Es necesario que el hombre se involucre en todos los aspectos del embarazo, que esté pendiente de la alimentación de la mujer, que esta tome sus medicamentos y que esté presente durante los ultrasonidos, para que contemple la más maravillosa expresión de la vida y así aprenda a aceptar con tranquilidad esta nueva etapa”, dice el ginecólogo Rogelio Arévalo.

Se aconseja que el hombre trate de solucionar las situaciones que se vayan presentando, pero sin angustiarse. “Un 95 por ciento de los embarazos son normales, así que no debe preocuparse y por eso debe transmitirle seguridad a la mujer para que ambos gocen del embarazo”, asevera Arévalo.

El sentido del oído se desarrolla entre las 14 y 16 semanas de gestación, por lo que se aconseja que el futuro papá también se comunique con el bebé desde que está en el vientre, así cuando este nazca reconocerá su voz, y para que se comience a fortalecer la relación padre e hijo.

Cuando el hombre se informa sobre el embarazo y la crianza del bebé aleja la incertidumbre y miedos. (Foto Prensa Libre: Archivo)

CUIDADOS COMPARTIDOS
La madre es la encargada de involucrar al padre en todo lo relacionado con el cuidado del bebé. A veces los padres primerizos se sienten ajenos o poco aptos, por lo que hay que invitarlo a participar, explica Gálvez. La mejor opción es que ayude a bañar o alimentar al bebé. Aunque no lo haga bien las primeras veces, la madre debe dejar al padre intentarlo, dice Arévalo.

El papá puede formar parte del séquito que atiende al pequeño; si bien la madre gesta, el padre es trascendental para la salud emotiva de la mamá y del hijo. La relación en la pareja debe ser la misma, armoniosa y optimista, y el padre no debe sentir celos ante la llegada del bebé, refiere Polo de Ponciano.

Jorge Colindres: “Antes de que naciera mi hijo, le hablaba y le decía cuánto lo quería. La primera vez que lo vi fue maravilloso. Lo primero que hice fue besarlo y abrazarlo, y jamás olvidaré su primera mirada”, recuerda Jorge Colindres, de 34 años, cuyo primogénito, Bryan Armando nació hace seis meses.

Elser Tejada: “Me ha tocado hacer también el papel de madre, porque mi esposa es la que trabaja, así que yo paso más tiempo con mi hijo. Fui aprendiendo poco a poco cómo alimentarlo y atenderlo. Ahora ya tengo más experiencia”, dice Elser Tejada, de 36 años, padre de Obed Benjamín, de 1 año.

Mario Lucas: “Cuando me dijeron que iba a ser papá me asusté, pero después lo fui asimilando y ese sentimiento se transformó en felicidad. Soy feliz de tener a mi hija, y estoy comprometido a darle mucho amor y que no le falte nada”, dice Mario Lucas, de 25 años, padre de Andrea Victoria, de 3 meses.

Fuentes: María José Gálvez, ideamajo@gmail.com; Rita Polo de Ponciano, 2367-5436 y clinicapersonalista@gmail.com; y Rogelio Arévalo, 2332-2594

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.