Salud y Familia

Agua y jabón contra virus y bacterias

Cuando se insiste en que los niños —y también los adultos— se laven las manos antes de cada comida o salidas del baño, no es sin fundamento. Varios estudios a lo largo de los años han demostrado que, la buena higiene de las manos constituye una de las principales formas de prevenir la dispersión de infecciones.

Higiene

Cada cuánto deben lavarse las manos, qué jabón utilizar, es mejor usar desinfectante, qué más beneficios ofrece el jabón antibacterial, son algunas de las interrogantes que surgen al hablar de este tema.

“La respuesta es que el jabón normal —es decir, sin ninguna especificación en cuanto a propiedades— y el agua potable, junto a una buena técnica de higiene, son igual de eficaces que el jabón antibacterial para combatir a bacterias y virus respiratorios o estomacales que aparecen en la infancia”, asegura Peggy Decker, pediatra del Sistema de Salud de Mayo Clinic.

“El jabón simple no conlleva riesgo de inducir la creación de organismos resistentes, indica la reciente revisión de un artículo publicado por la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América”, añade Decker.

¡Ojo!

Son varias las inquietudes respecto del uso frecuente de los desinfectantes de manos a causa de su alto contenido de alcohol. Los pediatras sugieren que los niños no deben usarlos sin supervisión de los adultos y otros recomiendan restringir la frecuencia de su empleo, además de no aplicarlo en los menores de dos años de edad.

Muchos niños, en la actualidad abusan de estos ya que se sienten atraídos por el olor, la presentación —cada vez más lanzan dispensadores portátiles y con variedad de diseños— e, incluso, el color. Una de las razones que exponen los médicos es que el uso constante e innecesario de alcohol puede dañar la delicada piel de los menores y producir algún tipo de dermatitis.

Además, el alcohol es una sustancia inflamable, por lo que el desinfectante debe guardarse bien lejos de todo tipo de llama y fuente de calor.

“Debido al alto contenido de alcohol de los desinfectantes de manos, puede producirse un envenenamiento o una intoxicación alcohólica cuando se lo absorbe en gran cantidad, sea bebiéndolo, aplicándolo sobre piel lastimada o usándolo en los bebés que todavía no tienen completamente desarrollada la barrera dérmica. En virtud de la alta concentración alcohólica (mayor a la de los licores fuertes) y del peso corporal bajo de los niños pequeños, es importante prevenir la ingesta accidental o intencionada”, añade Decker.

Si se emplea, este no debe ser más de un centímetro y medio o el equivalente a una moneda de 10 centavos.

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