Amor por los niños

Rina Montalvo

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Que importante es aprovechar estos días para hablar de los niños, de la familia, de los padres y tantos temas que debemos compartir sobre ellos, porque son la parte más importante de la vida. Aunque siendo realistas no se puede ser tan optimista si hablamos de nuestra niñez, si estamos conscientes de los grandes desafíos que existen en nuestro país por esa gran mayoría de niños desnutridos y abandonados a su suerte.

Cuando los expertos nos hablan de estadísticas, no alcanzamos a comprender los indicadores de que en Guatemala la cobertura en educación de niños de 3 a 6 años es del 10 por ciento y la de preprimaria de 5 a 6 años está por debajo del 50 por ciento.

Pero hablando de la niñez, hoy he querido compartir parte de un artículo sobre la resiliencia en los niños, escrito por la psicóloga Rosario Linares, publicada en el blog El Prado Psicológico. Este artículo ofrece alguna información útil y puede servir a los padres de familia en algún momento de la vida, y también en problemas de sus hijos que aparentemente se ven sencillos, pero que muchas veces trascienden en su futuro.

Previo a transcribirlo, todos debemos saber que es resiliencia, porque es un término que se usa muy poco, aunque su significado es profundo. Se describe la resiliencia como la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, transformar el dolor en fuerza motora para superarse y salir fortalecido de ellos.

La Resiliencia en los Niños es el título del artículo de Rosario Linares, el cual comparto hoy solo una parte por su extensión: “Si queremos que nuestros hijos afronten las dificultades de la vida con fortaleza es importante educarles en la capacidad de ser resilientes, para ello es fundamental nuestro ejemplo, no sobre protegerlos y sobre todo creer en ellos. No se trata de evitar que se caigan, sino de enseñarles a levantarse, y por ello tenemos que confiar en que ellos pueden. Por supuesto, tampoco se trata de exponerlos a los peligros o ambientes agresivos para que se hagan más fuertes”, afortunadamente no estamos en Esparta. 

Aportar seguridad y protección es necesario. Algo importante que podemos preguntarles a los niños cuanto tienen un contratiempo si queremos que aprendan a desarrollar la resiliencia es: “¿Qué puedes aprender de esto?” o “¿Qué puedes sacar bueno de esto que ha ocurrido?”.

La verdad es que no sé cuántos puedan profundizar esta reflexión, pero para mí es una guía para formar niños resilientes, que es lo que se necesita para formar hombres fuertes y sabios que al caer puedan levantarse. Nadie está libre de la adversidad. Y no hay que olvidar que el niño necesita seguridad, desarrollo, aceptación, confianza en su familia y en el mundo que le rodea. Y amor, que es la mejor herencia que un niño puede recibir.

rina.montalvo@gmail.com

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