Salud y Familia

¡Auxilio!, mi hijo no quiere comer

Una de las grandes batallas que constantemente tienen que luchar madre e hijo, es al momento de la comida. Por un lado, el pequeño que se niega rotundamente a probar los alimentos especialmente preparados para él, y en el otro lado, la mamá, —o la abuelita, el papá o la empleada—, tratando de convencerlo que si no come no crecerá sano y fuerte.

La buena noticia es que el problema de que los niños son melindrosos, motivo por el cual se puede afectar la salud por falta de nutrientes, suele ser pasajero, pero en ese lapso, es importante tratar con creatividad y paciencia, que el pequeño adquiera las vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasa que su organismo necesita.

Anne Harguth, especialista en dietética del Sistema de Salud de Mayo Clinic sabe muy bien la lucha que es preparar alimentos para niños quisquillosos con la comida, y no solo dice “ya basta”, sino que comparte estas sugerencias para que los chicos prueben comidas nuevas, más sanas y hasta de apariencia peculiar.

Entender que los alimentos nuevos llevan tiempo

Los niños no siempre quieren probar un alimento nuevo desde el comienzo, así que continúe ofreciéndoselo porque puede requerir varios intentos hasta que al niño le guste el alimento. ¡No se rinda!

Recordar que una cantidad pequeña ofrece grandes ventajas

Ofrezca al niño una porción pequeña de los alimentos sanos que le gustan. A medida que más diversa se torne su alimentación, más fácil será planificar las comidas.

Servir de modelo

A un niño quisquilloso con la comida, preséntele a menudo alimentos nuevos y descríbale el sabor y la textura. Si el niño ve que usted disfruta del nuevo tipo de comida, quizás decida que es seguro probarlo.

Intentar un solo alimento a la vez

Servir nuevos alimentos con la comida que a todos les gusta en casa puede ayudar, porque ofrecer muchos alimentos nuevos a la vez puede resultar atemorizante.

Escoger el momento oportuno

Siempre vale la pena ofrecer un nuevo alimento al comienzo de la comida, cuando todos están con hambre.

Combinar alimentos, en caso necesario

Algunos niños pueden gustar de los nuevos alimentos cuando se los mezcla con otros, en una cazuela por ejemplo. Otros niños, en cambio, pueden gustar un alimento nuevo si lo comen separado y, en ese caso, un plato con divisiones es lo mejor.

Tener paciencia

“Lidiar con niños quisquillosos para comer puede parecer una batalla dura y sin final, pero se vuelve más fácil con el tiempo”, explica Harguth. “Recuerde que no está sola, pues casi todo padre lucha con un niño melindroso para comer. La clave está en no darse por vencido y continuar ofreciéndole nuevos alimentos”, añade.

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