Salud y Familia

Cómo enfrentar el sueño incontrolable

La narcolepsia es una enfermedad que causa somnolencia y ataques de sueño durante el día y, con frecuencia son profundamente incapacitantes.

“Las personas con narcolepsia pueden quedarse dormidas involuntariamente en el trabajo, en la escuela, mientras conversan, juegan, comen o incluso mientras manejan un automóvil u operan con maquinaria potencialmente peligrosa”, señalan los especialistas del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos.

Síntomas principales

Además de la somnolencia diurna, hay otros tres síntomas principales que caracterizan a la narcolepsia: cataplejía —pérdida súbita del tono muscular voluntario—, alucinaciones vívidas durante el inicio del sueño y al despertar, y breves episodios de parálisis total al comienzo o al final del sueño.

La mayoría de los pacientes también experimenta despertares frecuentes durante el sueño nocturno.

La narcolepsia afecta a una de cada 2 mil personas. Según datos del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, más de 135 mil  estadounidenses padecen esta enfermedad.

La Sociedad Española de Neurología (SEN) indica que solo están diagnosticados entre un 20 y un 40 por ciento  de las personas con narcolepsia.

“El hecho de que sea una enfermedad poco frecuente, que se desarrolle de manera paulatina y que solo un 10 o un 15 por ciento de los pacientes presenten todos sus síntomas característicos hace que su diagnóstico se complique”, afirma Hernando Pérez, de la SEN.

“No obstante, la somnolencia diurna excesiva, que está presente casi en el 100 por ciento de los pacientes, y la cataplejía —que afecta al 70 por ciento de los casos—, deben ser consideradas como las principales señales de alerta”, destaca el neurólogo.

El primer síntoma que aparece es la somnolencia diurna. Se manifiesta con ataques de sueño irresistibles que duran unos 15 minutos. La cataplejía suele producirse ante emociones fuertes como alegría,  miedo o  tristeza. En estos casos, aunque el paciente es consciente de lo que ocurre, no puede levantarse ni moverse.

Otras señales

Otros síntomas de narcolepsia son la dificultad para dormir bien por la noche (que está presente en el 50 por ciento de los pacientes), pesadillas, parálisis y alucinaciones (20 por ciento) y sonambulismo (80 por ciento).

“Estos síntomas hacen que la enfermedad altere la vida social y profesional. Los ataques de sueño y cataplejía en público suponen un impedimento al  relacionarse con los demás. Muchos intentan evitar emociones y situaciones sociales y laborales que puedan generar cuadros de cataplejía. Esto, unido a que son más propensos a tener accidentes domésticos y laborales, hace que muchos que no están familiarizados con la enfermedad consideren a estos pacientes vagos, o torpes”, dice  Pérez.

Tratamiento

Aunque no existe un tratamiento definitivo y específico contra la narcolepsia, “los fármacos disponibles en la actualidad, unidos a medidas de higiene del sueño y a programas para la prevención de los problemas psicosociales que genera la narcolepsia, permiten mejorar mucho la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad”, comenta Pérez y añade la necesidad de  dormir bien.

“Hay tres aspectos básicos para determinar si una persona tiene una buena calidad de sueño: la duración, la continuidad y la profundidad. Es decir, si el tiempo dedicado a dormir no es suficiente para sentirnos descansados al día siguiente, si hay interrupciones en nuestros ciclos de sueño o nuestro sueño no es suficientemente profundo para ser considerado restaurador, es que no tenemos una buena calidad de sueño y, por lo tanto, es el momento de visitar a un profesional”, concluye.

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