A criterio de Rodríguez, el objetivo principal de la lectura es estimular el cerebro infantil, pues un niño que lee, será un adulto que piensa.  “También puede aprender valores o verse identificado con los personajes de las historias”, agregó.

Leer cuentos a los más pequeños y a los bebés ayuda a crear un hábito de lectura y les enseña a amar  los libros, una costumbre que muchas personas han perdido por la influencia de la televisión y la tecnología.

“Los libros pueden ayudarles a los niños a despegarse de las pantallas y,  si queremos que nuestros hijos sientan interés por la lectura, tenemos que incentivarles con libros que les atraigan”, enfatizó Rodríguez.

Vínculo de afecto

Según Ana Rosa Hortigüela Rufo, maestra de educación infantil, escuchar un cuento contado por mamá o papá es lo más gratificante para un niño y también para sus padres, pues los adultos comparten un momento muy valioso en el que se estrechan los vínculos de amor.

“Esto los reconforta emocionalmente y les crea unas habilidades sociales que los capacitarán de una serie de conocimientos, con los que podrán afrontar con éxito su vida personal y profesional en el futuro”, comentó Hortigüela.

La lectura de cuentos es la forma más lúdica y agradable de estimular el cerebro del niño. “Este es extremadamente sensitivo y está muy influido por los factores ambientales, durante ciertos periodos de la infancia”, agregó la maestra.

De acuerdo con Hortigüela, hay estudios científicos que muestran que la estimulación temprana ayuda a establecer un mayor número de interconexiones neuronales en el cerebro y conduce a cambios en el grosor de la corteza cerebral.

CONSEJOS

Expertos en educación recomiendan seguir estos cinco pasos para tener una lectura estimulante.

• Elegir un libro con muchas ilustraciones, pues los niños son muy observadores durante sus primeros años de vida.
• El mejor momento para leer en voz alta con nuestros hijos es antes de que ellos se vayan a dormir. Así lograremos que la imaginación crezca con los sueños.
• Es importante tomarse el tiempo necesario, a fin de que esta actividad sea tranquila y sin prisas.
• No todos los padres tienen la entonación de un cuentacuentos, por lo que se aconseja efectuar ejercicios de vocalización para agregar matices a la lectura.
• Es recomendable preparar el entorno para hacer la lectura más agradable. La habitación debe tener una luz acogedora y estar lejos de ruidos externos.