Salud y Familia

¿Cómo dejar de ser infelices?

El cerebro está capacitado para aprender a ser feliz con cosas sencillas de la vida, solo falta desarrollar sentimientos positivos para no amargarnos y tener una vida plena.

La psicóloga española Mila Cahue comparte recomendaciones para llevar una vida feliz, al alejar pensamientos negativos, en su libro El cerebro feliz, y donde explica cómo este órgano puede crear el hábito en las personas para que aprendan

“Responsabilizarnos de nuestra propia vida y hacer con ella nuestra propia obra de arte personal”, es el objetivo, según Cahue, según el sitio abc.es

“Por lo general, nuestras expectativas a veces chocan mucho con la realidad, o con nuestras capacidades, y cuando no se cumplen solemos sentirnos infelices. Hay que aprender a ajustarlas mejor, y aprender a marcarse objetivos que podamos cumplir. Eso contribuirá mucho a nuestra felicidad”, señala Cahue.

A continuación, algunos extractos, en este manual práctico de instrucciones:

1. Desarrollar paciencia: “Creo que es la clave de la sabiduría”, explica Cahue. “Debemos recuperar la función de saber esperar plácidamente, permitiendo que todo siga su curso, hasta que sea precisa nuestra intervención”. La paciencia evitará que las prisas nos jueguen una mala pasada, tomar decisiones de manera precipitada, seguir un ritmo más adecuado para actuar.

2. Rodearse de personas y circunstancias positivas: “Es un asunto de absoluta trascendencia”, considera Mila Cahue. Tener cerca a gente positiva o que nos hace sentir y vivir bien resulta muy beneficioso. Así podemos tranquilamente olvidar a quien no nos quiere, pues, por fortuna, en este mundo hay sitio para todos, afirma.

3. Decorar la vida a su gusto: Potencia la creatividad y el arte. Sea de gustos o preferencias por las letras y bellas artes, o por la ciencia, no hay excusa, según Cahue, para llevar a cabo una autoexploración personal, para crear soluciones diferentes a los problemas cotidianos, para sorprender a quienes queremos con bonitos detalles, para dar explicaciones a nuestros hijos sobre temas complejos y para relajarnos con ensoñaciones de evasión.

4. Reírse todo el tiempo: La risa es vital para la salud y la felicidad. “El sentido del humor, como cualquier otra conducta, se aprende, se practica y se enseña”, indica Cahue, quien advierte de sus beneficios: “No hay mejor antídoto para la ira que una buena risa; es la mejor manera de establecer comunicación y vínculos, reduce el estrés, fortalece la motivación individual y colectiva, estimula la toma de decisiones, favorece el aprendizaje.

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