En este aspecto hay que considerar mantener un balance en el pH, que es una medición que indica la cantidad de acidez del cuerpo. La piel normalmente tiene un pH de 4.5 a 5.5, pero en el área vaginal el óptimo es 4.2 porque la humedad del área favorece la proliferación de bacterias y el desarrollo de infecciones. Por eso se debe mantener el área más ácida que el resto, lo cual se logra con una higiene adecuada.

La ginecóloga y obstetra María Mercedes Asturias explicó durante El Consultorio, que se transmite por www.prensalibre.com, que los genitales deben recibir atención especial, sobre todo los femeninos.

Las mujeres deben optar por productos para su higiene diaria que contengan ácido láctico, ya que esto ayuda a prevenir infecciones o irritaciones.

“Esa zona está habitada por bacterias y microrganismos, que en equilibrio sirven como defensa de otras enfermedades, y para lograr esa armonía es necesario tener un pH que no sobrepase los 5. Para lograrlo se sugieren productos que contengan ácido láctico y lactosuero, dos componentes que en conjunto mantienen ese equilibrio”, enfatiza la ginecóloga.

Hábitos

Asturias enfatizó que la limpieza de la vagina debe hacerse con suficiente agua y con un jabón que ayude a mantener el pH ácido. Esto ayudará a prevenir infecciones, incomodidad y ofrecerá protección durante todo el día.

“En un clima donde la temperatura es alta, las mujeres deben realizar la rutina de higiene, de una a tres veces al día. En clima frío, una vez. El tiempo ideal para llevar adecuadamente el proceso es de uno a tres minutos”, añade la experta.

“La técnica de limpieza en la zona íntima es con movimientos circulares, incluyendo todos los pliegues. Sin embargo, es indispensable evitar traer residuos anales hacia la parte frontal. Luego, secar con una toalla de algodón”, explica Asturias.

Otro factor que puede provocar desequilibrio en el área, es quedarse con el traje de baño húmedo por mucho tiempo, pues ahí proliferan las bacterias. También aconsejó usar ropa interior de algodón.