Tecnología

Con inteligencia artificial descifran la primera frase del Manuscrito Voynich

Informáticos de la Universidad de Alberta, Canadá, recurren a la inteligencia artificial para interpretar el <em>Manuscrito Voynich</em>, escrito en el siglo XV en un idioma incomprensible.

Greg Kondrak famoso por su trabajo en el procesamiento del lenguaje natural (un subconjunto de la inteligencia artificial que ayuda a las computadoras a entender el lenguaje humano), y Bradley Hauer, utilizaron la inteligencia artificial para descifrar las ambigüedades en el lenguaje humano utilizando el manuscrito de Voynich como caso de estudio.

El primer paso de los profesionales fue averiguar el lenguaje de origen del manuscrito, que se cifra en cientos de páginas de vitela, piel de vaca y con ilustraciones adjuntas.
Los informáticos llegaron a la conclusión de que el Manuscrito Voynich, datado hacia el siglo XV, se trata de una guía de herbología y está escrito en hebreo antiguo.
“Solo poder decir que ‘esto es hebreo’ es el primer paso. El siguiente paso es cómo descifrarlo”, afirmó Kondrak para Folio, el medio de la Universidad de Alberta.
Los científicos tuvieron que recurrir al Traductor de Google, después de buscar infructuosamente a eruditos hebreos para validar sus hallazgos, ya que más del 80 por ciento de las palabras estaban en un diccionario hebreo, pero no sabían si tenían sentido juntas. Esta es la primera frase descifrada:

“Hizo recomendaciones al sacerdote, al hombre de la casa, a mí y a la gente’. Es una frase extraña para comenzar un manuscrito, pero definitivamente tiene sentido”, dijo el investigador.
Sin historiadores del hebreo antiguo, explicó Kondrak, el significado completo del manuscrito Voynich seguirá siendo un misterio. Dijo que espera aplicar los algoritmos que él y Hauer desarrollaron en otros manuscritos antiguos. El estudio se localiza en Transactions of the Association for Computational Linguistics.

Kondrak y Hauer formularon la hipótesis de que el manuscrito fue creado utilizando alfagramas, definiendo una frase con otra, ejemplar de las ambigüedades en el lenguaje humano. Asumiendo eso, intentaron encontrar un algoritmo para descifrar ese tipo de texto codificado.

El manuscrito de Voynich

Desde su descubrimiento en el siglo XIX, el enigmático manuscrito, ha desconcertado a historiadores y criptógrafos. Fue encontrado por el comerciante de libros Wilfred Voynich, en 1912, durante una visita a un monasterio en Italia.
Existen varias hipótesis sobre su autor, el idioma y la función que la obra pudo cumplir, una de las versiones más conocidas es la de Terence McKenna, científico estadounidense, quien asegura que el autor más admisible debería ser John Dee, matemático, astrólogo, alquimista y ocultista inglés, consultor de la reina Isabel I.
Al ser los alquimistas considerados herejes por la iglesia de aquel entonces, no podían publicar sus investigaciones en idiomas conocidos y se veían obligados a cifrar los textos.

Con información de Europa Press

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