Tecnología

Estas son las nuevas tendencias de los televisores para el hogar 

Pese a la llegada de las pantallas planas, aún hay muchos hogares en los que las noticias, el deporte y las películas siguen consumiéndose a través de un antiguo televisor de rayos catódicos. Pero se trata claramente de una especie en extinción.

Como suele ocurrir, grandes eventos como los Juegos Olímpicos o el Mundial de futbol desatan muchas compras de televisores. Así que la pregunta que se hacen los consumidores es: ¿la nueva TV debería tener resolución UHD? ¿Tiene sentido comprar una curva? ¿Y vale la pena la tecnología HDR y una gama cromática más amplia?

En opinión de Peter Knaak, de la asociación alemana de protección al consumidor Stiftung Warentest, comprar un aparato con resolución Ultra HD (3,840 por 2,160 píxeles) será casi obligatorio. “En los de gran tamaño, de 100 centímetros por ejemplo, el UHD será pronto el estándar”, explica.

Su recomendación es que quien quiera un televisor grande en una sala pequeña debería elegir el UHD. El motivo es que “a corta distancia una persona con vista normal o que use gafas puede ver la estructura de píxeles de un televisor HD, pero no la más fina de una TV UHD”. En todas las dimensiones, estos aparatos tiene el doble de píxeles que uno Full HD.

Acaban de salir al mercado además los primeros Blu-ray y reproductores en UHD, pero Knaak cree que esto no le dará un gran impulso al mercado, a diferencia de los servicios de streaming en UHD. “Al igual que en el negocio de la música, también la industria del cine experimentará el hecho de que cada vez se compran menos discos compactos”.

Además de Ultra HD, otro término que se escucha mucho en relación con los televisores planos es HDR, las siglas de High Dynamic Range (alto rango dinámico). “A lo que se refiere es a una diferencia de luminosidad por encima de la media entre el negro y el blanco, es decir un contraste superior”, explica Christoph de Leuw, de la revista Computerbild. A ello se suma un mayor espectro de colores. “Con ayuda de estas mejoras las películas se ven más naturales y vívidas”, indica.

Knaak señala que el mejor contraste y los colores más naturales deberían haber llegado hace tiempo a los televisores, pero ahora los fabricantes están en la senda correcta. “Por fin están haciendo algo por lo que es la tarea principal de un televisor: mostrar buenas imágenes”.

La tendencia hacia el UHD se complementa de maravilla: la mayor cantidad de píxeles permite una mejor exposición de los colores y contrastes más variados.

Con una TV de 65 pulgadas (165 centímetros de diagonal), la resolución total se ve solo hasta una distancia de 1.25 metros. Pero para abarcarlo todo con la mirada, el usuario tiene que situarse a casi dos metros. 

Knaak no es muy partidario de los televisores curvos. El supuesto efecto de que el espectador se sienta inmerso en la pantalla aparece únicamente con aparatos muy grandes de 65 pulgadas y a una distancia muy corta. “Al contrario, una pantalla curvada es peor porque se ven más los reflejos de las fuentes de luz que en los televisores planos y molestan más por cuestiones físicas”.

Los aparatos clásicos LCD cada vez tienen más competencia en la actualidad de los OLED (diodo orgánico de emisión de luz). En opinión de Christoph de Leuw, la decisión de qué comprar depende del uso que se le vaya a dar y del presupuesto.

Los aparatos OLED son entre un 20 y un 30 por ciento más caros y su ventaja se aprecia sobre todo en entornos oscuros, mientras que con la luz del día funciona mejor el LCD.

Según el fabricante, los televisores funcionan además con distintos sistemas operativos. Philips y Sony usan Android, LG WebOS, Samsung el sistema Tizen y Panasonic, Firefox OS. Para el usuario, esto influye sobre todo en la interfaz de uso y las ofertas en aplicaciones, pero en cuanto a funciones no hay mayores diferencias.

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