Naranja:

Es una fuente inagotable en vitamina C y por tanto un antioxidante muy potente. Su jugo aplicado sobre el cabello ayuda a fortalecerlo y le aporta un brillo especial. También sirve para improvisar un tónico que cierre los poros de la piel, gracias a su acción astringente.

Basta con diluir unas cuantas gotas en un poco de agua y aplicarlo con un algodón sobre el rostro. Su consumo es recomendable en etapas de crecimiento y convalecencia en la vejez. Goza de propiedades diuréticas y laxantes, estimula el apetito, ayuda a regular el colesterol, y mantiene a raya el estrés.

Manzana:

Su gran poder antioxidante evita que las células se deterioren, y además previene la formación de manchas en la piel. Su pulpa mezclada con kiwi y pomelo ayuda a tonificar y estimular la renovación celular. Es la mascarilla ideal para que la piel quede firme e hidratada.

En ayunas es un magnífico depurativo y después de comer, el mejor dentífrico. Crudas mejoran el estreñimiento y cocinadas a fuego lento son estupendas contra la diarrea. Contiene ácido salicílico, beneficioso para las personas con reuma, elimina el ácido úrico y su jugo es sedante.

Papaya:

Esta fruta tropical baja en calorías es capaz de eliminar eficazmente las células muertas de la piel. El aceite extraído de sus pepitas es muy hidratante.

Miel:

Tienen poder regenerador. Va muy bien para acabar con las ojeras. Diluya una cucharadita de miel en medio vaso de agua tibia. Empape un algodón en esta solución y deje reposar sobre los ojos durante 10 minutos. Aclare con agua fría.

Tomate:

Tiene propiedades preventivas y curativas para ciertos tipo de cáncer, enfermedades cardiovasculares y degeneraciones del sistema nervioso, gracias a sus vitaminas, sales minerales, oligoelementos y alto contenido en licopeno, molécula con gran poder antioxidante.

Nuez:

Aporta proteínas, hidratos de carbono, notable cantidad de fibra, calcio y potasio. Posee efecto hipoglucémico. Según estudios efectuados en la Universidad de Harvard, cinco nueces a la semana reducen en 30 por ciento las enfermedades cardiovasculares.