Revista D

Andrés el tenor oscuro

Andrés Marroquín Santos tiene 22 años y empezó a cantar hace ocho. Hoy estudia en el prestigioso conservatorio Niccoló Paganini en Génova, Italia.

Andrés Marroquín, tenor guatemalteco. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Andrés Marroquín, tenor guatemalteco. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Desde niño, cuando estudiaba en el colegio El Roble, en la Ciudad de Guatemala, le gustaba cantar, incluso en una ocasión ganó el certamen de canto del festival Juventud, que organiza el colegio Don Bosco.

En la Universidad del Istmo se inclinó por la Arquitectura, pero les advirtió a sus padres que no renunciaría a su sueño de ser tenor. Fue en este centro de estudios donde interpretó el himno nacional y entre los asistentes se encontraba el barítono Luis Felipe Girón May (1952-2013), quien lo invitó a recibir clases con él. También fue discípulo de la costarricense Gabriela Castro.

En una ocasión al final de un concierto en la Embajada de México recibió la propuesta de participar en un curso de verano en Italia.

Tres meses después abordó un vuelo a Orvieto para tomar clases con la soprano Gabriella Ravazzi, quien es la directora de la Associazzione Spazio Musica.

La ciudad es pequeña y su población no sobrepasa los 21 mil habitantes. Se encuentra en la provincia de Temi, en la región de Umbria. Ahí permaneció de agosto a septiembre del 2014.

En agosto del 2015 fue admitido en el Conservatorio Niccoló Paganini, para obtener la licenciatura en música y canto.

Ha participado en tres conciertos con pequeños papeles o formando parte de los coros en las óperas de Il trovatore, de Giuseppe Verdi y en Madamme Butterfly, de Gioachino Puccini, en la que interpretó al tío Yacuside.

Hoy renta un pequeño apartamento a 200 metros del Conservatorio. “Es la primera vez que vivo solo, pero siempre me ha gustado la cocina ¡así que no moriré de hambre como imaginaban!”, dice entre risas este tenor dueño de un gran sentido del humor, a quien llaman el tenor oscuro por su amplio y peculiar registro de voz.

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