Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.

NOTAS DE Brenda Martínez

En el traje de indumentaria maya de Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango, destaca el tocado que es un lienzo tejido en telar de cintura con brocados y aplicaciones en los extremos, que sujeta el cabello.
El traje de indumentaria maya de Santa Apolonia, Chimaltenango, que forma parte de la serie "Tradición textil maya" y que sale publicada en Revista D, presenta motivos geométricos, entre ellos el diseño conocido como jarra.
En el huipil del traje de indumentaria maya de Santa Cruz La Laguna, Sololá, que forma parte de la serie "Tradición textil maya", que sale publicada en Revista D, están representados los volcanes que rodean el Lago de Atitlán.
El huipil del traje de indumentaria maya de Cobán, Alta Verapaz, que forma parte de la serie "Tradición textil maya" y que sale publicada en Revista D, tiene brocados que representan una leyenda vinculada con los tejidos.
En el diseño del huipil del traje de indumentaria maya de Chichicastenango, Quiché, que forma parte de la serie "Tradición textil maya", que sale publicada en Revista D, se alude al sol, según la concepción k’iche’ del Universo.
El acervo textil guatemalteco se ha prolongado por más de dos mil años, gracias a tejedores y portadores, hombres y mujeres,  de una herencia única cultural.
Los brocados del huipil del traje de indumentaria maya de Nebaj, Quiché, que forma parte de la serie "Tradición textil maya" y que sale publicada en Revista D, representan personajes de una leyenda romántica de ese municipio.
El huipil del traje de indumentaria maya de San Pedro Necta, Huehuetenango, que forma parte de la serie "Tradición textil maya" y que sale publicada en Revista D, está elaborado en un solo lienzo, doblado a la mitad.
El traje de indumentaria maya de Palín, Escuintla, que forma parte de la serie "Tradición textil maya" y que sale publicada en Revista D, destaca por su brocados de formas geométricas, zoomorfas, fitomorfas y antropomorfas.
Ahora que es temporada de mango, no hay nada mejor que disfrutar de la frescura de un ceviche de esta fruta, con camarones y pescado, que es un deleite para toda la familia.