Revista D

Cinco cuerdas para el espíritu

El Quinteto Strauss disfruta interpretar a los clásicos como a los rockeros.

El quinteto está formado por estudiantes universitarios. (Foto Prensa Libre: Óscar Rivas)

El quinteto está formado por estudiantes universitarios. (Foto Prensa Libre: Óscar Rivas)

Versatilidad es la palabra que mejor define a estos cinco músicos que bien pueden interpretar con calidad un alegre minuetto de Paul Boccherini como cualquier composición del rey del pop, Michael Jackson o de Metallica.

El grupo está integrado por Fausto Gómez, de 23 años, a cargo del contrabajo; Styvens Barrios, de 19, quien interpreta el chelo; Lisbeth Lara, de 17, quien ejecuta la viola, y los violinistas Renato García, 19, y David Arredondo, 20.

Se bautizaron con el apellido del músico alemán Richard Strauss (1864-1949), desde hace tan solo año y medio, cuando Gómez y Arredondo decidieron iniciar este proyecto de cuerdas, para lo cual eligieron, aseguran, a quienes consideraron ser sus mejores compañeros en la especialidad que buscaban.

Su repertorio incluye música clásica, boleros, pop, rock pesado, electrónico y otros estilos, “porque queremos acoplar la música popular a la clásica”, afirma Gómez.

Se han presentado en Antigua Guatemala, Quetzaltenango, Sololá, Escuintla y Huehuetenango.

Formación

Todos tienen formación musical. Cuatro de ellos pertenecen a la Orquesta Sinfónica Juvenil Municipal. García se educó en el Conservatorio Nacional de Música, desde los 11 años. Es el de más reciente ingreso al grupo; hace un mes.

Se reúnen para practicar una o dos veces por semana, debido a que tienen que acoplar sus distintos horarios de estudio, porque asisten a la universidad. Tres de ellos enfocan su formación superior en la educación musical.

Uno de los objetivos de cada integrante es convertirse en profesional en este arte, para poder vivir de lo que les gusta y saben hacer.

De Bach a Paganini

Fausto Gómez, quien ejecuta el contrabajo, estudia música desde los 19 años y actualmente cursa el décimo semestre de Administración de Empresas en la Universidad de San Carlos (Usac). Es amante de las piezas de Richard Strauss y Piotr Ilich Tchaikovsky.

Renato García, virtuoso del violín, principió a sentir atracción por este instrumento cuando tenía 11 años. “Vi tocar el violín y me gustó demasiado”, afirma. Esta vivencia lo motivó a tomar clases en el Conservatorio y pronto se dio cuenta de que tenía vocación. A los 14 años ganó el primer certamen de violín, y a los 17, el premio “Artista revelación del año”.

En la actualidad, estudia el segundo semestre de Administración de Empresas en la Usac. Su músico favorito es Niccolo Paganini.

Lisbeth Lara es la más joven del grupo. Comenzó su carrera interpretando la guitarra, pero igual que García, cuando observó a otros en la viola se enamoró de este instrumento. Se enfocó en este cuando tenía 13 años, y ahora es la responsable de estudiar las piezas que se ejecutan en la Orquesta Juvenil, así como de impartir talleres de ensamble de violas. Estudia el primer año de Profesorado en música en la Universidad del Valle de Guatemala (UVG). Uno de sus músicos favoritos es el alemán Paul Hindemith.

A Styvens Barrios, de 19 años, al principio le gustaba ejecutar la batería y la flauta, pero finalmente sintió atracción por los clásicos a través del chelo. Este año se inscribió en la Escuela Superior de Arte de la Usac.

Cuenta que desde su incursión en la orquesta, dos de sus sobrinos estudian en la Escuela Municipal de Música. Su concertista favorito es Tchaikovsky.

Arredondo también estudia el Profesorado en música de la UVG. Refiere que su día transcurre entre sus ensayos en el antiguo edificio de Correos, en el centro histórico y la universidad. Se decanta por Bach.

Los integrantes de Strauss, por ahora, se sienten satisfechos con lo logrado, pero tienen grandes sueños y para cumplirlos tienen previsto perfeccionar su formación musical. Este año tienen previsto un intercambio musical en Costa Rica, para lo cual cuentan con el apoyo de una oenegé. “En ese país es alto el nivel musical”, afirma Arredondo.

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