Chimaltenango

Cuáles son los pecados del libramiento de Chimaltenango

Los que viajan a occidente experimentaron un gran alivio a partir del 12 abril de este año, justo previo a la Semana Santa, cuando se empezó a emplear el libramiento de Chimaltenango, porque eso permitía experimentar un trayecto menos agotador debido a la reducción en el tiempo de viaje.

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El Ministerio de Comunicaciones explicó  recientemente que la compañía constructora Conasa reducirá el ángulo de los  taludes y que  de 75 grados  pasarán a ser de 40,  para evitar más derrumbes y con ello habilitar nuevamente el paso. (Foto Prensa Libre: Víctor Chamalé).

El Ministerio de Comunicaciones explicó recientemente que la compañía constructora Conasa reducirá el ángulo de los taludes y que de 75 grados pasarán a ser de 40, para evitar más derrumbes y con ello habilitar nuevamente el paso. (Foto Prensa Libre: Víctor Chamalé).

Sin embargo, cinco meses después, en plena temporada de lluvia, la caída de una gran roca que impactó un vehículo y el derrumbe de uno de los taludes en el kilómetro 61.5, que provocó que toneladas de tierra cayeran sobre la nueva carretera, abrió la polémica en cuanto a la calidad de la obra.

A partir de ese momento surgieron diversas opiniones, como un informe de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) que señaló que el paso por ese lugar era peligroso y recomendó cerrar la ruta. En total se han registrado cuatro derrumbes en el trayecto.

Según Alfredo Quiñónez, encargado de la Unidad de Deslizamientos del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), uno de los de los problemas de la obra es que se ejecutó sobre una zona de recarga hídrica, donde controlar la infiltración del agua es una tarea complicada, por el tipo de cortes que se hizo en los taludes -de 70 metros de alto en algunos sectores-.

El experto del Insivhumeh propone como parte de la solución, efectuar estudios hidrogeológicos sobre la zona para determinar qué acciones se deben tomar y así volver a utilizar la obra y cumplir con su objetivo de desfogar el tráfico por Chimaltenango.

Falta de ingeniería

Expertos en construcción de carreteras aseguran que los problemas en el Libramiento de Chimaltenango se deben a la falta de ingeniería en el diseño, supervisión, ejecución, y que, lo que se debe realizar son trabajos de corrección a largo plazo para garantizar la calidad de la obra.

Además, hay quienes lamentan que por “compadrazgos políticos” las obras de gran magnitud sean adjudicadas a empresas que, para disminuir costos contraten personal sin experiencia y utilizan materiales de mala calidad.

Para el vicepresidente de la Asociación de Ingenieros Jubilados de Guatemala, Julio Galicia, ese proyecto ha tenido fallas desde un principio, pues los trabajos se empezaron sin antes haber adquirido el derecho de vía, algo fundamental para hacer los análisis de suelo por donde pasará una carretera.

Galicia asegura que la falta de ingeniería en este proyecto también se evidencia en la supervisión de la obra, porque ningún profesional habría permitido construir taludes de esas dimensiones -70 metros de alto- con inclinaciones de 75 a 80 grados -casi verticales-.

Agregó que, de acuerdo con el tipo de suelo de ese lugar -arenoso-, los taludes debieron haber sido cortados a 45 grados.

“Cuando se hizo el diseño debieron haberse dado cuenta de la altura y la inclinación que se le estaba dando a los taludes, eso es falta de Ingeniería en el diseño, el cual es avalado por el Ministerio -de Comunicaciones”, refirió el profesional.

Recomienda que para hacer las reparaciones en los taludes del Libramiento se debe esperar que el terreno pierda la humedad durante la época seca y luego hacer los trabajos, pues de lo contrario eso “técnicamente” es imposible. También dijo que el costo de la obra aumentará de manera significativa, pues las reparaciones se deben pagar.

En tanto, José Luis Benito, ministro de Comunicaciones, dijo recientemente que la compañía constructora reducirá el ángulo del talud en un tramo que es de 75 grados y pasará a ser de 40 grados para evitar más derrumbes, lo que significa un movimiento de 80 mil metros cúbicos de tierra. De ser así, el funcionario asegura que esa ruta esté totalmente habilitada a mediados de noviembre.

El cierre temporal del libramiento ha concentrado nuevamente el tránsito de vehículos en el centro de Chimaltenango, lo que causa retrasos a los automovilistas que emplean la ruta. (Foto Prensa Libre: Víctor Chamalé).

Obra no ha sido entregada

Representantes de la Constructora Nacional, Sociedad Anónima (Conasa), aseguran que el libramiento de Chimaltenango es una obra de mucha importancia para el país, tomando en cuenta las características técnicas de esta.

Además, aseguran que el proyecto será entregado con base en los planos y especificaciones, y que debe cumplir con las medidas de seguridad necesarias.

Informaron que se trata de una obra atípica, pues en Guatemala por lo general se hacen reconstrucciones de carretera, y en este caso se empezó de cero, por lo que hubo que romper montañas y mover mucha tierra.

Explicaron que, pese a que la obra fue concluida no ha sido entregada, por lo que agilizan las reparaciones.

“Tiene una vialidad y una geometría favorable para el usuario. Es una carretera con un diseño de velocidad de 80 kilómetros por hora”, dijo Jorge Tejada, representante de Conasa.

Las fallas son evidentes

Un experto en construcción de carreteras que habló a condición de anonimato dijo que las fallas son evidentes en ese proyecto; por ejemplo, señaló la inexistencia de contracunetas en los taludes y criticó el revestimiento de cemento que se colocó en la parte baja de estos, pues a su criterio, esa técnica no se adapta al tipo de suelo del lugar.

“No se necesita ser ingeniero para saber que el agua si infiltrará hacia abajo y los taludes de arriba no fueron protegidos”, refirió el profesional, quien agregó que ese tipo de protección funciona cuando la parte alta es una zona residencial y no agrícola como en este caso.

Julio Galicia, Asociación de Ingenieros Jubilados de Guatemala.

“Sabemos que hay una red de corrupción en todo el sistema de Caminos y Covial. El supervisor se acopla al contratista que está construyendo y por eso se sobrevaluan los proyecto. Si ponemos a diseñar a un político no lo hará como un ingeniero, ese es el problema que diputados y políticos tengan constructoras, pues no saben nada técnico y sacrifican la obra pública”, refirió el profesional.

De acuerdo con este ingeniero, para hacer las reparaciones en el libramiento será necesario comprar más terrenos para dar la inclinación necesaria a los taludes, eso, sin duda, elevará los costos de la obra, debido a los trámites que eso conlleva, refirió.

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Costos aumentarán

Marvin Flores, analista de Acción Ciudadana (AC), señaló que han hecho auditorías sociales al proyecto y determinaron que hay pagos pendientes, con lo que el costo de la obra se incrementaría de forma considerable.

Agregó que determinaron que en el Sistema de Contabilidad Integrada del Ministerio de Finanzas aparecen Q250 millones pendiente de pago para ese proyecto, con lo que se elevaría el costo por kilómetro a Q60 millones.

Dijo que el tema del diseño y supervisión en la obra pública es un problema recurrente en Guatemala, por lo que propone contratar una auditoría independiente para determinar lo que ocurre en el Libramiento.

Jorge Tejada, representante de Conasa.

Caminos supervisó

En el portal de Guatecompras aparece publicada la adjudicación de más de Q23 millones a la empresa Ingeniería y Arquitectura Tekton para que supervisara la construcción del Libramiento; sin embargo, representantes de esta informaron que se retiraron del mismo y que no cobraron ni un centavo al Estado.

En tanto, Juan José Hanser, jefe de la Dirección General de Caminos (DGC), dijo que la supervisión de la obra estuvo a cargo de ingenieros de su institución, quienes, según él, están capacitados para ese tipo de trabajos.

“Como Caminos no tenemos una supervisora con todo el equipo, pero tenemos los ingenieros capacitados para que estén yendo a ver los trabajos”, comentó Hanser, quien agregó que las reparaciones corren a cargo de la constructora.

“La decisión que estamos tomando es solo poner el talud más acostado, pero de repente que los estudios puedan decir que hay que hacer enclavados”, dijo Hanser.

Desde el 2013

El 23 de marzo del 2013, el Gobierno anunció la construcción de esta ruta con el objetivo de poner fin al caos vial en Chimaltenango, pero seis años después esa obra no se ha hecho una completa realidad, pues, aunque fue habilitada, ha sido cerrada en varias ocasiones por los daños en los taludes, así como los derrumbes e inundaciones que han ocurrido.

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