Ciudades

Planes de ordenamiento territorial ya no son una solución para el área metropolitana

Expertos señalan que los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) no resolverán los problemas urbanos, ya que llegarán demasiado tarde cuando las ciudades han crecido de forma desordenada. Actualmente en el área metropolitana, solo la Ciudad de Guatemala, implementa ese plan. 

Familia afectada por el deslizamiento en el cerro Alux, en el 2012, que afectó a 140 familias. (Foto: Hemeroteca PL)

Familia afectada por el deslizamiento en el cerro Alux, en el 2012, que afectó a 140 familias. (Foto: Hemeroteca PL)

Francisco Xinico, de 75 años, recuerda que cuando era niño, en  Villa Nueva apenas pasaban los vehículos a cada cierto tiempo y había libertad para jugar en las calles. Aquel recuerdo está lejos de la realidad de hoy, pues en ese  como en otros municipios del área metropolitana se padece por el crecimiento urbano   desordenado, debido a  la falta  de planes de ordenamiento territorial (POT), los cuales, según expertos, llegarán tarde, pues ahora ya no son la solución a los problemas.


Xinico dice que el aumento de la población ha tenido consecuencias, pues con tristeza recuerda la tragedia del 6 de septiembre del 2016 en Santa Isabel 2, zona 3 de Villa Nueva, donde colapsó un muro perimetral y cayó un contenedor sobre cinco viviendas, lo  que dejó   10 personas muertas.

El desorden y el crecimiento urbano no planificado en el área metropolitana se refleja   en Mixco, Villa Nueva y Santa Catarina Pinula, entre otros, donde pese a su acelerada expansión no hay intervención  de las municipalidades para controlar su crecimiento, pues  a la fecha no cuentan con el   POT, como lo exigen el Plan K’atun 2032.

La falta de planificación en el crecimiento urbano se refleja en los problemas de movilización vial, escasez de espacios de recreación, servicio de agua entubada deficiente, falta de drenajes y sistema de tratamiento de aguas residuales, así como  aumento de basureros ilegales.

Como consecuencia se olvidan los criterios de urbanización: desarrollo, progreso, orden, modernidad y civilización,  y los problemas actuales  podrían empeorar si no se trabaja en proyectos para mitigar la situación, según expertos consultados.

Poca importancia

Alfonso Yurrita Cuesta, arquitecto urbanista, opina que los POT que actualmente formulan las municipalidades del área metropolitana ya no tienen la importancia que pudieron haber tenido hace varias décadas, cuando se comenzó la expansión y el desarrollo urbano.

Al responder sobre si es importante la herramienta para contrarrestar los problemas actuales,  Yurrita Cuesta dijo que no, ya que todo está hecho, en cuanto a construcciones, y no se tomaron en cuenta   los requisitos mínimos de urbanización, la calidad de las construcciones y si están diseñadas para soportar sismos. Tampoco se contempló el ancho de las calles para soportar la densidad poblacional y de tránsito.

“Mixco ya está cubierto casi todo. Al igual que la Ciudad de Guatemala. Las autoridades pensaron que donde hay tierra hay que sacarle dinero  y todo se volvió un asunto económico y se olvidaron de lo técnico y el urbanismo social”, resaltó el experto.

“Se están generado grandes problemas y no saben cómo lo van a resolver”, añadió Yurrita Cuesta, quien dijo que los alcaldes son nombrados a dedo político y no cuentan con los conocimientos técnicos para resolver los problemas de una ciudad. “Antes los alcaldes eran muy serios, con autoridad, con   estudio  urbanístico”, enfatizó.

Según el profesional, el problema es que nunca se llevó a cabo un plan de ordenamiento metropolitano, que abarcara todos los municipios de Guatemala, en el que se debió crear una unidad central que manejara el desarrollo urbano de manera ordenada.

Jorge Erdmenger, experto en urbanismo, señala que la concentración de actividades en el área metropolitana ha causado grandes problemas, entre estos   la congestión del tráfico urbano, y considera que en el 2020 circularán en el perímetro metropolitano unos dos millones 300 mil vehículos, basado a la proyección de último año en el registro fiscal de la Superintendencia de Administración Tributaria.

“El crecimiento poblacional y el crecimiento vehicular no se detienen y los volúmenes de tráfico han sobrepasado la capacidad de las vías, lo que obliga a bajar velocidades  y que se requiere de mayor tiempo de recorrido, más consumo de combustible y más niveles de contaminación ambiental.

Erdmenger insiste en que es necesaria la construcción de   un anillo metropolitano  más amplio del que se pensó en el  2000, con el objetivo de no solo mitigar los atascos, sino  ayudar a establecer un ordenamiento urbano para lograr el mejor aprovechamiento de futuros asentamientos humanos.

Consciente del desorden

Julio César Estrada, director de Ordenamiento Territorial de la  Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán), dijo que toda la zona metropolitana creció sin orientación  ni regulación, por lo que buscan generar instrumentos con las municipalidades para recuperar algunas zonas que han crecido desordenadamente y que carecen de condiciones para el desarrollo urbano.

  “Al momento que se apruebe el POT se van a regular los cambios futuros,  las decisiones serán congruentes con ese instrumento. Lo que ya está construido se tendrá que diseñar en base al plan de restauración de las áreas”, dijo Estrada.

Otras consecuencias

La contaminación ambiental y el surgimiento de nuevos asentamientos o colonias en lugares en zona de riesgo es producto del crecimiento desordenado.

Marco Vinicio Cerezo Blandón, director de la Fundación para el Ecodesarrollo y la Conservación, coincide en que la zona metropolitana ha tenido un crecimiento desordenado que propicia desastres como en El Cambray 2,  en Santa Catarina Pinula, que   cobró la vida de 280 personas  y  dejó 70 desaparecidas en octubre del 2015.

“Faltan políticas para frenar la construcción de viviendas en terreno inseguro y el ordenamiento territorial es el instrumento para la protección del cinturón ecológico metropolitano”, opina.

David de León, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), informó que a escala del departamento de Guatemala hay 616 puntos de amenazas de deslizamientos y solo en el área metropolitana, unos 300.

De las tragedias  recuerda el deslizamiento del cerro  en El Cambray 2, Santa Catarina Pinula, y en Mixco, en el 2012, se produjo un deslizamiento en la zona 1, que obligó a la evacuación de 140 familias de cinco colonias —La Asunción, Los Magueyes, Buena Vista, Anexo San José y Finca San Jerónimo—.

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