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Thomas Osorio, el peluquero de los futbolistas

De niño, sus vecinos decían que nunca iba a ser barbero, pero sus padres respondían que si todos en la familia lo eran, él también heredaría el talento. Esta es la historia del guatemalteco Thomas Osorio.

Thomas Osorio, el barbero de los futbolistas

Thomas Osorio, el barbero de los futbolistas

De los primeros recuerdos que tiene Thomas, hay uno que atesora con mucho afecto,  por la primera gran lección de vida que significó. Cuando tenía 6 años disfrutaba de tomar helado y un día su abuelo le dijo: “¿Te gustaría comer más? Aprendé a barrer”.


Thomas lo hizo y aprendió que para conseguir algo tiene que haber un esfuerzo de por medio.

Su abuelo y su padre son barberos, y de niño Thomas limpiaba del piso el cabello que se recortaban los clientes.

La siguiente lección fue: “¿Te gustaría aprender a cortar el pelo y comer aún más helados?”. A partir de entonces, Thomas heredó el oficio, la humildad y la dedicación al trabajo que tiene como marca personal en sus 34 años de vida.

Inicios

Su historia comienza en Chicacao, Suchitepéquez, continuó en La Comunidad, Mixco, se desarrolló en Estados Unidos y hoy prosigue en la zona 7 de la ciudad.

Ese ingenio le permitió que dentro de su cartera de clientes aparezcan nombres como Carlos el Pescado Ruiz, Rafa Márquez —excapitán de la Selección de México—, Brandon de León, Jean Jonathan Márquez, David “el Gato” Guerra y otros miembros de la Selección Nacional de Futbol.

Thomas tuvo una época de inmigrante en los Estados Unidos, donde perfeccionó su estilo, y gracias al contacto con Ruiz logró que otros deportistas solicitaran su servicio.

Además, en ese país participó en competencias de barberos, en Los Ángeles y Nueva York, donde ganó algunos reconocimientos.

Motivación

Cuando Thomas volvió a Guatemala maduró su sueño de crear una barbería propia y aplicar todo lo aprendido. Ese emprendimiento se frustró cuando comenzó a ser víctima de extorsión, y por su seguridad decidió cerrar.

“Para mí, realizar esto no es un trabajo porque amo lo que hago. Si uno hace lo mejor posible, puede llegar lejos”, Thomas Osorio, barbero profesional.


Eso no le restó motivación. Sus tijeras, peines y máquinas eléctricas, más las lecciones de humildad como legado familiar, se  pueden encontrar en la Plaza Utatlán —31 avenida 0-10, zona 7, Utatlán I—,  donde es frecuentado no solo por futbolistas que ya son sus clientes, sino por  aquellos que reconocen su trabajo.

Si bien Thomas Osorio valora su experiencia en Estados Unidos, también admira la lucha, persistencia y valentía del guatemalteco para ganarse la comida a diario, a pesar de tanta dificultad.

“Admiro a barberos que son mejores que yo. Siempre he dicho que no hay persona más grande que Dios. Siempre me he propuesto  ser un buen barbero cada día”, dice ,y comparte las lecciones de vida que le dejaron sus ancestros, mientras atiende a sus clientes. 

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